Foment del Treball rechaza de lleno el programa del gobierno de Ada Colau para expandir las supermanzanas al Eixample, una iniciativa que considera "gravemente perjudicial". El Ayuntamiento prevé la creación de los primeros ejes verdes en las calles Consell de Cent, Rosselló, comte Borrell y Girona en el horizonte del 2023. A la opinión de Foment, el Modelo Supermanzana en el Eixample provocará problemas medioambientales, con un incremento del tráfico a las zonas adyacentes y de la emisión de gases contaminantes y afectará negativamente a la actividad económica de la zona, al desincentivar los desplazamientos. Por este motivo reclama la paralización del programa y la apertura de un diálogo "constructivo" con los agentes económicos.

La patronal denuncia que no se han establecido ni evaluado los efectos que la supermanzana del Eixample tendrá desde el punto de vista de la movilidad urbana. Desde la perspectiva medioambiental, sostienen, se producirá un incremento de la saturación de las rondas y del Eixample y se generará un aumento de las emisiones de partículas contaminantes y de ruido. El Eixample, recuerdan, lo atraviesan diariamente unos 300.000 vehículos. Las supermanzanas, denuncia Foment, tendrán un impacto negativo en la actividad económica en la ciudad, al desincentivar los desplazamientos. Foment estima que se perderá en torno al 20% de la facturación del comercio y de la restauración, unos 3.500 millones de euros, especialmente en el centro y en el Eixample. Eso provocaría, aseguran la pérdida, como mínimo, de unos 25.000 puestos de trabajo.

El presidente de Foment del Treball, Josep Sánchez-Llibre, con la alcaldesa Ada Colau y la concejala, Janet Sanz / EP

Lenguaje bélico

Foment lamenta el uso de un lenguaje bélico por parte del Ayuntamiento de Barcelona a la hora de defender el proyecto y hablar de pacificar. La tan gastada "pacificación de las calles", asegura la patronal en un comunicado hecho público este sábado, "dará lugar al conflicto social y enfrentamiento entre ciudadanos e, incluso, vecinos, ya que las eventuales mejoras en unas calles se verán anuladas por el incremento de perjuicios en otros". Esto, sostiene, "hará la vida más difícil a las personas que viven fuera de Barcelona y trabajan en ella, y a aquellos que viven en Barcelona y trabajan en otras poblaciones".

El plan del Ayuntamiento, después de las iniciativas en los distritos del Poblenou y Horta, es extender las supermanzanas al Eixample con la creación de 21 "ejes verdes". Los primeros a poner en marcha serán los de las calles Consell de Cent, Rosselló, comte Borrell y Girona. Las calles, según el proyecto municipal, tendrán un solo carril de circulación, a una velocidad máxima de 10 km/h y de preferencia para los peatones. Los itinerarios posibles no permitirán atravesar con continuidad el Eixample en coche utilizando los ejes verdes, los cruces serán plazas y espacios de estancia, sin posibilidad de estacionar vehículos.

Calle 'pacificada' en el Eixample / Carlos Baglietto

Colas y congestión

Un informe del RACC sostiene que la creación del eje verde en las calles Consell de Cent, Rosselló, comte Borrell y Girona incrementará la congestión del tráfico y las colas aumentarán en un 26%, al crecer la intensidad media de vehículos que circulan por las calles adyacentes al nuevo eje verde. Actualmente, partes importantes de las rondas y de vías como Gran Vía, Aragó y Diagonal ya están saturadas, cosa que da poco margen para absorber los desplazamientos expulsados del eje verde.

El rechazo de Foment del Treball al proyecto llega después de la reunión que mantuvieron representantes de la entidad con la alcaldesa Ada Colau y la concejala responsable de Movilidad, Janet Sanz, donde se puso de manifiesto el amplio rechazo de los sectores económicos de la ciudad al modelo urbano que defiende el gobierno de Ada Colau.