El 11 de diciembre del 2023, a mediodía, alguien subió al monumento a Marià Fortuny, situado en la calle del Pintor Fortuny, en el Raval de Barcelona, y ante la vista de todo el mundo vandalizó la estatua, mutilando la figura que representa, a quien dejó sin nariz y con importantes destrozos en un pie, así como otros desperfectos. Más de medio año después, el Ayuntamiento de Barcelona ha finalizado la restauración del monumento, que ha comportado la restitución de los elementos vandalizados de la estatua, así como una limpieza integral de todo el conjunto situado en la esquina de la calle Pintor Fortuny con Xuclà. La factura de todo ha sido de 24.000 euros.
👃🏻 Amputan la nariz a la estatua de Marià Fortuny de Barcelona
🎨 La estatua de Fortuny en Barcelona continúa sin nariz, ¿hasta cuando?
Según recogió ElNacional.cat en su momento, la vandalización del monumento provocó las quejas vecinales, entre ellas las del colectivo Vitelloni, un grupo de profesionales que hace tertulias en el barrio y que fue de los primeros a dar a conocer el ataque, que formuló la petición de que la estatua estuviera restaurada en noviembre, cuando se conmemora el 150 aniversario de la muerte del pintor, fallecido el 21 de noviembre de 1854. La actuación municipal, en todo caso, empezó en mayo y ha llegado antes de este hito de noviembre y, por lo tanto, no habrá impedimento para conmemorar el aniversario con el monumento a Fortuny en plenas condiciones.
¿Cómo ha sido la restauración?
Fuentes municipales consultadas por ElNacional.cat han señalado que ha habido que trabajar en dos fases, en la primera se ha hecho una limpieza química y mecánica de la escultura de mármol, gracias a la cual se ha podido retirar la suciedad existente, así como grafitis y restos de productos de intervenciones anteriores ya envejecidos. En una segunda fase se restituyeron los elementos vandalizados que se pudieron recuperar, como el zapato y un fragmento del bigote, mientras que las partes vandalizadas que no se pudieron recuperar, como la nariz, una ceja y parte del pómulo, entre otros, fueron encargadas a un escultor que las reprodujo a partir de moldes creados expresamente.
La intervención en el conjunto del monumento ha implicado también la limpieza del zócalo, la hornacina y la peana, con el saneamiento de la piedra y la eliminación de las evidencias de antiguos grafitis. En la peana se han reintegrado con piedra artificial los volúmenes perdidos, se han saneado las juntas en mal estado y se han hecho nuevas en las zonas donde no había. Finalmente, se ha dado un repaso a las letras de la inscripción con el objetivo de hacerlas más legibles. Todo este trabajo tuvo un coste aproximado de 24.000 euros y duró más de 6 semanas, según han señalado las mismas fuentes.
El monumento vandalizado y ahora restaurado está dedicado al pintor costumbrista del siglo XIX Marià Fortuny (Reus, 1838 – Roma, 1874) y está situado en la calle que tiene dedicada en Barcelona. Fortuny es el autor a cuadros como 'La vicaría', 'La odalisca' o 'La batalla de Tetuán', los tres expuestos en el MNAC. Con respecto al monumento, fue inaugurado en 1942 a partir de una escultura hecha en 1922 por los hermanos Miquel y Llucià Oslé basada en una idea surgida en 1911 que no fructificó, pero fue reanudada en 1918 y que, después de pasar por muchas vicisitudes, incluida la falta de financiación por la quiebra del Banco de Barcelona y el estallido de la Guerra Civil, finalmente se inauguró el 20 de junio de 1942. La estatua representa al pintor de cuerpo entero, sentado y con un formato clásico, vestido con una túnica de patricio romano. En la mano izquierda sostiene varios pinceles en homenaje a su oficio de pintor.
Descubierto artísticamente por su abuelo paterno, Fortuny se trasladó a Barcelona en 1852, donde inició una carrera pictórica inspirada en temas históricos. En 1858 obtuvo una beca de la Diputación de Barcelona para ampliar estudios en Roma y, dos años más tarde, la misma diputación le encargó la documentación gráfica de la Guerra de África, donde encontró la protección del general Prim, también natural de Reus. El viaje a Marruecos influyó en su pintura, no solo por los cuadros de batallas, como el que hace referencia a la de Tetuán, sino también por sus cuadros de contenido orientalista.