"Ningún inquilino o inquilina se tendrá que marchar de la Casa Orsola". Con esta contundencia se ha expresado el Ayuntamiento de Barcelona y la entidad del Tercer Sector Hàbitat 3 después de llegar a un acuerdo para comprar la Casa Orsola por 9,2 millones de euros. Las dos partes han cerrado un acuerdo de compra social colaborativa y aportarán cerca de la mitad del coste de la operación cada una. En rueda de prensa, el alcalde Jaume Collboni ha explicado que el acuerdo se ha cerrado en el marco de la mediación con la propiedad planteada por el Síndic de Greuges de Barcelona y ha concretado que la propiedad ha aceptado formalmente la oferta esta misma mañana. El alcalde ha asegurado que la fórmula acordada es "innovadora y pionera" y ha señalado que permitirá suspender el desahucio previsto. El alcalde ha dicho también que compran la finca para enviar un mensaje "claro". "Barcelona defenderá el derecho a la vivienda", ha asegurado con el objetivo de "cambiar las reglas del juego".

El alcalde, que ha comparecido al lado de la presidenta de Hàbitat3, Carme Trilla, la primera teniente de alcalde, Laia Bonet, el síndic de greuges de Barcelona, David Bondia, y el comisionado de Vivienda, Joan Ramon Riera, ha asegurado que la propiedad ha aceptado vender la Casa Orsola por 9,2 millones de euros, que es un 30% por debajo del valor de mercado que hay en el Eixample. "Se suspenderán los desahucios previstos", ha sentenciado Collboni.

26 viviendas

En total, en la Casa Orsola hay 26 viviendas y cuatro locales comerciales. De estos, hay nueve pisos que "a corto plazo" ya se podrán poner en la bolsa de alquiler asequible de la ciudad", ha explicado el alcalde al mismo tiempo que ha celebrado que la compra "tiene que permitir que un edificio que estaba en el mercado libre pase a ser un edificio de vivienda asequible". Collboni ha puesto de manifiesto que con esta adquisición se envía un mensaje muy claro que es que Barcelona defenderá el derecho a la vivienda y lo hará con decisiones como la de hoy y con el objetivo de cambiar las reglas del juego del mercado de vivienda de las grandes ciudades.

Ahora bien, el alcalde también ha querido advertir que la operación que se ha anunciado este viernes no es reproducible a todos los casos, ya que "los recursos públicos son limitados y tenemos un presupuesto importante por vivienda, pero es limitado". En esta operación Hàbitat3 asume el 51,4% (4,3 millones de euros) de la finca y el Ayuntamiento el 48,6% restante (4,7 millones). El alcalde ha insistido en que hacen falta "nuevas reglas del juego" y una mayor regulación del mercado de la vivienda. "Hoy damos una buena noticia, pero la situación nos preocupa y nos interpela como poderes públicos", ha añadido en la misma línea.

La mediación

El síndic de Greuges de Barcelona ha celebrado "la discreción" en las negociaciones y ha destacado que se haya apostado por la mediación y la búsqueda de "soluciones consensuadas". Sin embargo, ha apuntado que apostó para hablar con las dos partes "sin sentarlas a la misma mesa" porque creía que, sino "no se habría llegado a una solución".

El Sindicat de Llogateres critica que se "premie" al propietario

Por su parte, el Sindicat de Llogateres ha criticado la compra: "Lejos de ponerse del lado de los inquilinos, el Ayuntamiento ha negociado de espalda a los inquilinos y al Sindicato para garantizar que el especulador no perdiera ni un euro. El gobierno municipal pagará 9,2 millones de euros a Albert Ollé, rescatándolo y premiándolo después de años de intentar expulsar los vecinos", lamentan en un comunicado. "Este acuerdo opaco no solo blanquea el negocio de la especulación, sino que se hace de la mano de Carme Trilla, con quien Jaume Collboni quiere desmantelar la medida del 30%. Mientras se hacen la foto con la Casa Orsola, están trabajando para eliminar una de las pocas herramientas que frena la especulación y protege el derecho a la vivienda en la ciudad de Barcelona", continúa. A pesar de eso, según el sindicato, el fin de la amenaza de desahucio "es una victoria de todo el movimiento por la vivienda y de todas las personas que se han movilizado sin descanso para hacerlo posible".

Los miembros del Sindicat han ofrecido poco después una comparecencia en la cual han criticado que el Ayuntamiento de Barcelona y Hábitat 3 "premien", y en parte con dinero público, el propietario de la Casa *Orsola. El portavoz del sindicato, Enric Aragonès, ha apuntado que la cifra está muy por encima del que pagó el propietario y ha criticado que la negociación se ha hecho "a escondidas" sin habla con ellos ni con los vecinos. También ha acusado al Ayuntamiento de Barcelona de querer "instrumentalizar" la movilización social y "sacar rédito político" de su lucha. "Ni el síndico, ni Hábitat 3 ni el Ayuntamiento han puesto nunca un pie en la Casa Orsola, ni han hablado nunca con ninguno de los vecinos, ni han compartido con el Sindicat el que estaban trabajando a escondidas", ha manifestado Aragonés. Tanto el portavoz como el vecino sobre el cual pesaba el desahucio, Josep Torrent, han celebrado quitarse de encima esta amenaza, pero han alertado que el conflicto "no ha acabado" y han reclamado que la gestión del futuro la hagan los vecinos. Además, el Sindicat ha convocado una movilización por el 17 de febrero para hacer visibles "las otras Casas Orsola". Lo califican de encuentro "de bloques en lucha" y el Sindicat calcula que serían unos 44.

El vecino con la orden de desahucio: "Un poco de esperanza"

El vecino sobre el cual había la orden de desahucio, Josep Torrent, ha valorado que después de tres años de "incertidumbre, dolor y sufrimiento" ahora ve "un poco de esperanza". Ha agradecido el apoyo del Sindicat de Llogateres y de los vecinos y ha asegurado que sin ellos esto no hubiera estado posible. De hecho, ha criticado que el Ayuntamiento no se haya puesto en contacto con los vecinos y ha afirmado que "habría sido un detalle" que los hubieran tratado como interlocutores. Torrent ha puesto en entredicho las cifras aportadas por el Ayuntamiento y ha asegurado que hay más vecinos con demanda judicial -ha hablado de seis y no tres- y también ha afirmado que los pisos de alquiler temporal en el edificio son más de los que dicen desde el consistorio. "Esto nos preocupa", ha manifestado.