La ampliación del Hospital Clínic se ubicará en los terrenos deportivos de la Universitat de Barcelona (UB) en la avenida Diagonal, ya al límite del municipio y tocando a Esplugues de Llobregat y l'Hospitalet de Llobregat y ya se trabaja con el objetivo de tenerlo terminado el año 2035, una vez este lunes se ha constituido en el Palau de la Generalitat la Comisión Mixta de Seguimiento del proyecto, órgano de coordinación de las instituciones involucradas: Govern, Ayuntamientos de Barcelona, l'Hospitalet de Llobregat y Esplugues de Llobregat, Diputación de Barcelona, Universitat de Barcelona y Hospital Clínic, y coordinada por el arquitecto Juan Echániz. Esta comisión ha asumido un segundo objetivo, velar para que el nuevo campus del Clínic incluya una estación de la L3 del Metro.

Hace falta tener en cuenta que el traslado y ampliación del Hospital Clínic de Barcelona es un proyecto de mucha envergadura y complejidad, con la previsión de 300.000 metros cuadrados edificados y que se convertirá, según declaraciones del conseller de la Presidència, Albert Dalmau, recogidas por la ACN, en "uno de los polos más importantes de salud del país, pero también de la investigación y de la docencia", que ha asegurado que el objetivo compartido de sus integrantes es "llegar en el 2035, si puede ser antes, con la ampliación del Hospital Clínic en marcha". "Nos tiene que posicionar como una región puntera en Europa en todo el ámbito asistencial", ha añadido.

Ahora la comisión tendrá que concretar la cooperación entre las administraciones e instituciones implicadas, la planificación de cada fase y las necesidades a niveles de usos, financiación, transformación urbanística e infraestructuras. En el marco de la comisión, se creará el consorcio que gestionará el campus y se impulsan dos grupos de trabajo, uno sobre el modelo de financiación y el otro sobre la definición de los futuros usos de la actual sede del Clínic en la calle de Villarroel. "No se nos escapa que la financiación de una infraestructura de estas características es la clave para poder hacerlo realidad", ha expuesto a la teniente de alcaldía de Urbanismo de Barcelona, Laia Bonet. Sobre el segundo grupo de trabajo, ha señalado que para la ciudad es "fundamental" repensar los usos del actual campus del Clínic en la Esquerra de l'Eixample.

Objetivo, incluir una estación de Metro

Este proyecto también implica una transformación urbanística para garantizar la accesibilidad y buena conexión para los millares de pacientes y profesionales que irán. La Comisión de Seguimiento velará para que el Departamento de Territori impulse los trabajos para actualizar las previsiones de la prolongación de la línea 3 del metro, que ahora acaba en la Zona Universitaria. El objetivo es incluir una estación en el ámbito del nuevo campus en el futuro trazado, que tiene que conectar con Esplugues de Llobregat. Hace años que se estudia hacer llegar la línea verde al Baix Llobregat, una infraestructura muy reivindicada, y hay proyectada una estación en el Hospital Sant Joan de Déu.

"Lo que había dibujado en términos de proyecto era una estación que daba accesibilidad a Sant Joan de Déu, un proyecto definido antes de ubicar el futuro campus del Clínic en la entrada de la Diagonal. Lo que no tiene sentido es no ajustar este proyecto para que pueda dar accesibilidad a los dos centros sanitarios", ha explicado Bonet, que también es la presidenta de Transports Metropolitans de Barcelona (TMB). En el mismo sentido, el conseller de la Presidència ha expuesto que el Departamento de Territori está trabajando para "hacer compatible" que la prolongación de la línea dé servicio a estos dos campus.

Ahora bien, hay que tener en cuenta que el Hospital Sant Joan de Déu está muy cerca de los terrenos deportivos donde se construirá el nuevo Clínic, pero al otro lado de la Diagonal y de la ronda de Dalt. Eso hace que en línea recta los dos equipamientos estén separados por unos 300 metros, pero con una conexión a pie bastante difícil que se traduce en casi dos kilómetros andando para sortear las grandes infraestructuras viales, con el añadido que están demasiado próximas una del otro para poner dos estaciones. Por lo tanto, habrá que encontrar una solución, eso sí, a diez años vista como mínimo.