Cuando se agota el plazo para llegar a un acuerdo que permita tirar adelante la propuesta de ordenanzas fiscales del PSC en la Comisión Extraordinaria de economía prevista para este miércoles a las 16 horas, la tensión entre PSC y Barcelona en Comú no solo se ha apaciguado, sino que se ha intensificado. Poco después de que la presidenta del grupo municipal de los comunes en el Ayuntamiento de Barcelona, Janet Sanz, lanzara un ultimátum al alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, exigiendo la retirada de una propuesta de terminal de cruceros de lujo para poder dar apoyo a las ordenanzas fiscales, el teniente de alcaldía de economía, Jordi Valls, ha acusado los comunes de "convertir una terminal fantasma que no existe en el nuevo Hard Rock como excusa para no aprobar las ordenanzas fiscales".
En una dura comparecencia de urgencia, Valls ha repetido de manera insistente que hay un acuerdo para "reducir de siete a cinco" las terminales de cruceros en el puerto de Barcelona, y que eso se hará, "hagan lo que hagan los comunes", a los que ha acusado de tener un "empacho de gesticulación" al amenazar con no votar a favor de las ordenanzas. Asimismo, el teniente de alcaldía ha reiterado su compromiso de reducir las terminales de cruceros para "revertir un error" firmado por los comunes el 2018, "cuando gobernaban en solitario", para añadir que "la terminal fantasma no la ha propuesto este gobierno, no lo ha propuesto nadie".
"Barcelona en Comú se saca de la manga un supuesto desacuerdo para justificar que no votan a favor de las ordenanzas fiscales, creo que les interesa más al relato y la gesticulación que los hechos", ha insistido Valls, que ha apuntado que votar en contra de las ordenanzas fiscales supondrá votar en contra de propuestas como la de incrementar el IBI en los hoteles de lujo o incrementar la fiscalidad turística. "Dejen de poner palos en las ruedas a gobiernos progresistas y dejen de gesticular", ha dicho a los comunes, añadiendo que tenían "un empacho de gesticulación".
Con respecto a la terminal de cruceros de lujo, a la que Valls no se ha referido en ninguna ocasión en estos términos, el teniente de alcaldía ha apuntado que en el marco de las negociaciones el Port de Barcelona ha apuntado que "hay una nueva tendencia en el mercado que son los cruceros pequeños, a la que el Puerto quiere dar respuesta". En todo caso, Valls se ha referido al posicionamiento de los comunes como "terminal fantasma" y ha añadido que con respecto al posicionamiento del Port, "no forma parte del acuerdo, que es reducir de siete a cinco terminales." De hecho, el mismo Valls no ha descartado la posibilidad de que esa terminal específica se pueda hacer en una de las cinco terminales que quedarán. En todo caso, y con el reloj cada vez más próximo a las 16 horas, las posibilidades de llegar a un acuerdo para aprobar las ordenanzas fiscales parece más lejos. Hay que decir, también, que el desenlace final tendrá lugar al plenario municipal del viernes.