Una vez consolidada la prórroga presupuestaria por este 2025 en el Ayuntamiento de Barcelona, el gobierno municipal ha asumido el objetivo de aplicar, en la medida en que sea posible, la propuesta de presupuesto para el 2025, aunque no haya sido presentada al faltarle los apoyos necesarios, y asimismo, incluir los compromisos asumidos con ERC y los comunes. El teniente de alcaldía de Economía, Jordi Valls, ha apuntado que aunque gestionar una prórroga presenta "más dificultades" que contar con un presupuesto, "hay instrumentos para que no quede atrás ninguna de las previsiones previstas para 2025", al mismo tiempo que ha recordado que desde el año 2010 ha habido hasta 8 prórrogas, completas y parciales.
De hecho, el gobierno municipal parte del hecho que el diferencial entre el presupuesto previsto para 2025 y la prórroga de 2024 es de 178 millones de euros, una cantidad que el gobierno municipal considera que puede ingresar y dedicar al presupuesto por la vía de cambios de partidas o modificaciones de crédito que, según el caso, tendrán que ser aprobadas por la comisión de gobierno o bien por el pleno municipal y, en este segundo caso, Valls ha reclamado por parte de los grupos del plenario la misma actitud de colaboración que ha habido en otras situaciones de prórroga, apuntando, asimismo, que los ayuntamientos tienen en este sentido más flexibilidad que el Parlament y el Congreso, donde es necesaria la convalidación de los decretos.
¿Por qué faltan 178 millones y de dónde saldrán?
Para entender bien el objetivo del gobierno municipal de aplicar, de facto, el presupuesto del 2025, hay que entender, primero de todo, que el presupuesto de 2025 incluía una inversión de 3753,3 millones de euros, mientras que la prórroga del 2024 es de 3.575 millones aunque el presupuesto del año pasado era de 3717,7 millones. Este diferencial entre el presupuesto del 2024 y la prórroga se explica por partidas de inversiones ya finalizadas y que, por lo tanto, no se pueden prorrogar. Eso hace que, finalmente, la diferencia entre la prórroga presupuestaria y lo que quería gastar el Ayuntamiento será de 178,3 millones de euros.
Por lo tanto, para aplicar el presupuesto del 2025 y los compromisos adquiridos con otros partidos, el gobierno tiene que encontrar estos 178 millones, lo cual comporta, según Valls, que el 96% del presupuesto está garantizado y el reto es encontrar esos millones que faltan. En este sentido, el gobierno municipal apunta que hay una previsión de aumento de ingresos respecto de los de 2024, gracias al aumento de aportaciones por parte del Estado, el incremento de los impuestos indirectos por la subida de los recargos al turismo y los impuestos directos aprobados en las ordenanzas fiscales, como el incremento del IBI a los hoteles de lujo, además del crecimiento vegetativo de las bases fiscales.
Por lo tanto, una vez el Ayuntamiento pueda acreditar que dispone de estos 178 millones, podrá disponer de ellos por la vía de modificaciones de las partidas. En caso de que se trate de partidas nuevas, se tendrán que aprobar en el plenario, pero si se trata solo de mover las partidas lo podrá hacer la comisión de gobierno. En este sentido, Valls ha admitido que con un presupuesto aprobado todo habría sido más fácil, pero se ha mostrado confiado que el gobierno municipal podrá adaptar la prórroga al presupuesto fallido del 2025 y, por lo tanto, llevarlo a la práctica a pesar de sea por la vía, más enrevesada, de la prórroga presupuestaria.