El distrito de Sant Martí de Barcelona, concretamente los barrios de la Verneda i la Pau y del Besòs i el Maresme, estrenarán en los próximos meses cuatro nuevas promociones de vivienda protegida construidos con métodos industrializados, una manera de gestionar la construcción que permite acelerar las obras, con una reducción del tiempo de ejecución del 35% con respecto a una obra convencional, y con unos criterios de sostenibilidad en los cuales la madera y los aislantes de corcho toman protagonismo en una iniciativa diferente de la de construcción de pisos a partir de contenedores, el programa Aprop que de todas maneras seguirá vigente con nuevas construcciones.
En el número 22 de la calle Binèfar ya está casi terminada una de estas cuatro promociones. Se trata de una zona en plena expansión junto a la estación de metro de La Pau, donde también se sitúa otra de las promociones, en la calle Lola Iturbe Arizcuren, 13, mientras que las otras dos se sitúan en las calles Pallars, 477 y Marroc, 180. El edificio de Binèfar, que prevé entregar llaves el mes de octubre, contiene 24 viviendas destinadas a alquiler para jóvenes y son un ejemplo de este tipo de construcción que ha impulsado el Institut Municipal de l'Habitatge i la Rehabilitació (IMHAB) a partir de tres objetivos básicos: la calidad arquitectónica, la construcción con materiales con poco impacto ambiental en su proceso de fabricación y la reducción del plazo ejecutivo.
Todo ello, según ha explicado la primera teniente de alcaldía, Laia Bonet, se consigue gracias a la adaptación del método industrializado, que permite "licitar al mismo tiempo proyecto y obra", de manera tal que los promotores pueden trabajar todas las partes del nuevo edificio al mismo tiempo, ya que mientras se empieza a trabajar sobre el terreno con los cimientos, ya se pueden ir preparando todos los módulos que formarán parte del edificio acabado. Bonet ha defendido este sistema, muy habitual en otros puntos de Europa, pero que en el Estado español solo se puede utilizar con un carácter de excepcionalidad, recordando que "hay que generar más vivienda en Barcelona".
Sobre el terreno, la construcción del edificio de la calle Binèfar se ha podido convertir en una realidad en poco más de tres años, mientras que con un sistema de construcción convencional se habría alargado al menos hasta cinco años. Asimismo, se ha optado por materiales sostenibles como la madera, que permite trabajar con paneles prefabricados y que generan menos emisiones de CO₂ que la construcción en hormigón. Los 24 pisos del nuevo edificio, que se empezarán a habitar a partir de octubre y estarán destinados a jóvenes de hasta 35 años, constan de dos habitaciones más cocina integrada en el salón y baño.