La ocupación de la Antigua Massana ya es historia. Una vez consumado el desalojo a principios de esta semana, el Ayuntamiento de Barcelona no ha perdido el tiempo para presentar un proyecto de reconversión de todo el ámbito del Antiguo Hospital de la Santa Creu. Aunque se trataba de un proyecto ya esbozado anteriormente, este jueves el concejal del distrito de Ciutat Vella, Albert Batlle, ha dado detalles del conjunto del proyecto, además de calendario y presupuesto. En concreto, se trata de mover todas las piezas del ámbito para ganar espacio para sus usos culturales, y redefinir el uso ciudadano con la apertura de un nuevo paso para peatones hacia la plaza Gardunya, justo por donde durante los últimos años ha habido un muro pintado de rosa que reivindicaba la ocupación de la Antiga Massana.

Este paso de peatones, que supondrá el derribo del muro, permitirá conectar la plaza de la Gardunya con los jardines interiores del antiguo recinto hospitalario, los jardines Rubió i Lluch y enlazar mejor con el mercado de la Boqueria, que también está en proceso de rehabilitación. Además, este nuevo acceso será la parte más inmediatamente visible, ya que se prevé que la obra se licita en febrero y se pueda empezar a trabajar en julio, con la posible finalización a principios de 2026. El paso supondrá, también, poner punto final a la memoria del centro ocupado los últimos años y, según Batlle, "la rehabilitación de un espacio que había perdido la dignidad estos años". Además, las entidades que hacían uso del espacio ocupado no tienen reservado ningún sitio en el futuro Hospital.

¿Cómo será el nuevo Antiguo Hospital?

Los ejes principales de este nuevo Antiguo Hospital de la Santa Creu será la recolocación de todas las piezas que ahora lo configuran, como la Biblioteca de Catalunya, que será trasladada al ámbito de la calle Egipcíaques. Con respecto a la actual Biblioteca de Sant Pau i la Santa Creu, se reconvertirá Biblioteca de Districte con fachada en la plaza de la Gardunya, en espacios que también estaban ocupados, en este caso por La Tancada, que también fue desalojado hace unos meses. Además, se reubicarán los espacios escénicos actuales de La Perla, así como los equipamientos del ICUB, mientras que una parte se utilizará para nuevas necesidades de la Escola Massana. En este proyecto no ha previsto ningún restaurante, aunque en algún momento había habido servicios de restauración dentro del recinto.

Al fin y al cabo supondrá una inversión de 75 millones de euros por unas obras que se alargarán hasta el 2033, ya que primero hay que pasar por los procesos de licitación y adjudicación y que, además, se trata de una "obra compleja", según definición de Ricard Font, director general de Bimsa, que recuerda que se trata de un "rompecabezas" donde habrá que ir moviendo piezas, en un ámbito en uso y que además tiene un importante valor patrimonial, ya que se trata del antiguo Hospital de Santa Creu i Sant Pau, el recinto gótico civil más importante de la ciudad.