El Triángulo Golfo de Barcelona, una zona del distrito de Sant Martí con una gran presencia de locales de ocio nocturno, vive una situación preocupante ante los actos incívicos que se reproducen cada noche y que hacen aumentar las protestas vecinales ante las dificultades para hacer vida normal a causa de los ruidos nocturnos. En este contexto, el Gremi de Restauració de Barcelona rechaza el borrador del plan de acción elaborado por el gobierno municipal para erradicar los problemas de orden público que arrastra el también denominado Triángulo Lúdico del Poblenou y reclama que se desvinculen las terrazas y sus horarios de esta problemática.

Por eso, el gremio ha presentado alegaciones durante el trámite de información pública y está pendiente de hablar con el concejal del distrito, David Escudé, que repite mandato. "Nos preocupa la desconexión con la realidad", ha manifestado Roger Pallarols, director del Gremi, que ha argumentado que "ninguno de los problemas a que se refieren los informes municipales (botellones, incivismo, peleas y agresiones, etc.) tiene nada que ver con la restauración" mientras que "en cambio, la única medida que se prevé a corto plazo es acortar el horario de funcionamiento de las terrazas".

De hecho, el Gremi ha recordado, por medio de un comunicado, que "no es la primera vez que el Ayuntamiento de Barcelona impone restricciones a la restauración para luchar contra problemáticas completamente ajenas". Pallarols ha apuntado que el incivismo que se vive en la zona es "un problema de orden público que se tiene que abordar a través de la Ordenanza de civismo y, por lo tanto, sin criminalizar a los restauradores", y apunta que los mismos informes de la Guàrdia Urbana lo corroboran, ya que no señalan a las terrazas en ningún momento, sino que, en todo caso, apuntan a las discotecas.

Por eso, el Gremi pide prudencia a los partidos políticos: "Criminalizar los negocios de restauración genera frustración y desafección entre los millares de familias que viven de este sector. También entre las personas que sufren los mencionados problemas de orden público, porque no se incide sobre las verdaderas causas", ha afirmado Pallarols.

Una zona problemática

El Triángulo Golfo es uno de los puntos más calientes del incivismo nocturno barcelonés, donde las aglomeraciones son habituales, generando ruido y actos molestos casi durante toda la noche. La semana pasada, por ejemplo, los vecinos difundieron vídeos donde se podía ver un numeroso grupo de jóvenes —aparentemente turistas— entonando cánticos en medio de la calle y entorpeciendo el paso en los coches, que también se apuntaban a hacer ruido haciendo sonar sus bocinas para pedir paso, una situación que está agotando a la paciencia de los vecinos, a quien se les hace difícil dormir, y más en las noches calurosas de este verano.