La fiesta de Sant Jordi es la fiesta de la rosa y del libro, pero también la del pan de Sant Jordi, un pan específico que tiene su característico corte con las cuatro barras de la senyera, elaboradas con queso y sobrasada. Se trata de una creación del maestro panadero Eduard Crespo del año 1988 que con el paso de los años se ha convertido en un ingrediente más de la celebración de la festividad del 23 de abril. Ahora bien, esta popularización tiene también una vertiente más preocupante, el aumento de establecimientos que comercializan este tipo de pan sin tener permiso ni formación adecuada. Es por eso que, pocos días antes del Sant Jordi 2025, el Gremi de Flequers de Barcelona ha lanzado un grito de alerta contra "el intrusismo".
Así lo explicaba hace unos días Jaume Bertran, presidente del Gremi de Flequers de Barcelona, a raíz de la presentación conjunta de este Sant Jordi con el Gremi de Floristes de Catalunya y el Gremi de Llibreters de Catalunya, así como la Guàrdia Urbana de Barcelona, cuando recordaba que "el pan de Sant Jordi es una marca registrada del Gremi", para añadir que tradicionalmente el gremio ha sido "permisivo" para favorecer que se pudiera elaborar por todas partes, pero señalando la necesidad de alertar del "intrusismo que hay con el pan de Sant Jordi", añadiendo que la política del gremio ha sido la de "dar autorización a quien nos la pide".
De hecho, para Bertran, el problema reside en que la elaboración sin permiso, aparte de vulnerar una marca registrada, no cuenta con la "fórmula de elaboración ni la formación para hacerlo adecuadamente", y por eso insiste en que "este pan se ha ido extendiendo, mucha gente lo hace y no sabemos si lo hace con la formulación y los procesos de trabajo adecuados". "Pedimos que nos lo pidan", apunta al presidente del Gremi de Flequers de Barcelona, insistiendo en que habitualmente no hay ningún problema a dar el permiso para hacerlo a los no agremiados, "con la formulación y la preparación y si lo quieren con la formación necesaria para hacerlo".
"El mundo de la panadería está muy revuelto"
Para Bertran "el mundo de la panadería está muy revuelto", a causa de las "grandes corporaciones que entran en este mundo y las cadenas que conoce todo el mundo", y por eso recuerda que el pan de Sant Jordi es una marca registrada por el gremio que representa y defiende el derecho a "dar la autorización" para elaborarlo y evitar así el "intrusismo". Aunque Bertran no quiso entrar en detalles sobre la situación en el sector, es oportuno recordar que otro gremio, en este caso el de la Restauración de Barcelona, tiene una guerra abierta contra las cadenas de panaderías con degustación, en este caso por incumplimientos de la normativa municipal, del convenio e irregularidades con el IVA.