Dotar a la Guàrdia Urbana de Barcelona de pistolas eléctricas -conocidas popularmente como pistolas Taser por una de las marcas fabricantes y dispositivos conductores de energía de manera más formal-, es un objetivo del actual gobierno municipal ante la oposición del anterior, contrario al uso de este tipo de armas. Con esta idea hace medio año ya se anunció la intención de comprar 22 de estas pistolas, un proyecto que ahora avanza con la presentación de un anteproyecto de reglamento de uso por parte de la policía local que será sometido a votación la próxima Comisión de Presidencia con el objetivo de poder licitar la compra pasado el verano, una vez pasado el periodo de alegaciones y tenerlas operativas a principios de 2026.

El reglamento de uso incluye protocolos, condiciones, supuestos de uso y limitaciones, así como normativas básicas de seguridad y garantías para verificar la trazabilidad de su uso, que siempre irá acompañado de una auditoría. En este sentido, el Intendente Mayor de la Guàrdia Urbana de Barcelona, Pedro Velázquez, ha indicado este viernes que estas armas serán "de última generación", es decir, con todas las garantías posibles de trazabilidad, entre las cuales se incluyen novedades respecto de las pistolas eléctricas en uso por parte de otros cuerpos como "la trazabilidad ya desde el momento de desenfundar", u otras características como la geolocalización y el reporte de todos los parámetros de uso.

Según se desprende del reglamento, además, se prevé que todos los usos sean grabados con cámaras de manera automatizada y que los dispositivos policiales que las utilicen vayan siempre equipados con desfibriladores, además de que todas las actuaciones serán supervisadas por la unidad de asuntos internos de la Guàrdia Urbana. Asimismo, el reglamento se ha consensuado con entidades civiles, entre las cuales Amnistía Internacional, y se ha acordado que estas pistolas no estén dotadas de un arco de energía que permitiría imponer descargas por contacto. Además, las pistolas estarán reservadas a los mandos, que tendrán que pasar por una formación previa.

Diez pistolas sobre el terreno

La intención del gobierno municipal es adquirir 22 unidades de estos dispositivos, y los planes de la Guàrdia Urbana es tener una decena de ellas operativas en todo momento a cargo de la Unidad de Refuerzo para Emergencias y Proximidad (UREP), una por distrito. Velázquez ha defendido el uso de estas pistolas como "herramienta consolidada a nivel policial", con más de 78 cuerpos que hacen uso en Catalunya y más de 200 en todo el Estado, entre los cuales los Mossos d'Esquadra, el Cuerpo Nacional de Policía y la Guardia Civil, y las ha considerado como eficaces para "dar respuesta no letal en situaciones de alto riesgo donde la fuerza física y el bastón policial son insuficientes y el uso de arma de fuego sería desproporcionado".