El Plan Director de la Guardia Urbana de Barcelona prevé eliminar las funciones de antidisturbios que lleva a cabo la Unitat de Suport Policial (USP) y sustituirla por la nueva Unitat de Reforç a la Proximitat i Emergències (URPE), destinada a trabajar en la anticipación y gestión de emergencias, a desarrollar una tarea administrativa especializada en apoyo al barrio y al distrito y en la protección del medio ambiente.
La eliminación de los antidisturbios era una de las peticiones de la CUP para aprobar la ampliación de los presupuestos del 2016 y en todo caso no figura en los acuerdos de gobierno suscritos entre BComú y el PSC, que sí que defienden la ampliación de la policía de proximidad, una medida que también se ha adoptado en el nuevo Plan Director.
Aprobación en el pleno municipal
De hecho, la alcaldesa, Ada Colau, ha recordado este lunes en rueda de prensa que el Plan Director –que se abordará en el pleno del viernes y que está abierto a las aportaciones de los grupos municipales, de sindicatos y agentes sociales– tiene precisamente como objetivo avanzar hacia un modelo policial centrado en la proximidad, la transparencia y el territorio, por lo cual impulsará la figura del policía de barrio.
Para eso, prevé desplegar en el territorio 73 agentes –uno por barrio– para que sean los interlocutores referentes de la Urbana con el tejido asociativo y vecinal para las cuestiones de seguridad y convivencia, ha explicado Colau, acompañada por el comisionado de Seguridad, Amadeu Recasens; el gerente del área, Jordi Samsó; el jefe de la Urbana, Evelio Vázquez, y el director técnico del plan, Joan Albert Bigorra.