La Guardia Urbana instalará dispositivos disuasivos fijos en los espacios donde hay más concentración de gente en Barcelona. A partir de las 20 h habrá patrullas en diferentes puntos de la ciudad donde previsiblemente puede haber un mayor número de personas reunidas.

Es el caso de las plazas de Ciutat Vella y Gràcia, el Born, Sants-Montjuïc o la zona de las playas. Paralelamente, este fin de semana estarán abiertos los bares y restaurantes, un hecho que según el teniente de alcaldía de Seguretat del Ayuntamiento de Barcelona, Albert Batlle, puede ayudar a descongestionar la vía pública de una forma "más ordenada". Eso sí, la policía controlará que se cumplan los límites de aforo y que no se venda alcohol pasadas las 23 h de la noche.

"La pandemia todavía existe"

Batlle ha hecho un llamamiento a la responsabilidad de la ciudadanía recordando que a pesar de no disponer de estado de alarma, la pandemia todavía existe. De hecho, ha subrayado que no pondrán a un "policía detrás de cada ciudadano", ya que el comportamiento de todas aquellas personas que opten por salir tiene que ser "cívico", teniendo en cuenta las normas de control sanitario.

Sin embargo, después de los episodios de las últimas semanas, donde un gran número de personas se concentraban en diferentes espacios públicos de la ciudad, el consistorio opta por mantener el refuerzo policial en las zonas de más congestión: las plazas de Ciutat Vella, la plaza del MACBA, la plaza de los Àngels, la plaza del Born, el paseo Lluís Companys, Sants – Montjuïc (sobre todo los parques de las tres chimeneas y el del espacio industrial) y las plazas Gràcia (Virreina y plaza de la Vila). También habrá una cierta vigilancia en las playas.

Imagen del pasado 9 de mayo cuando cayó el toque de queda y mucha gente salió a la calle / ACN

Esta vez, la Guardia Urbana – en colaboración con los Mossos d'Esquadra - optará por instalar algunas patrullas de forma fija. "Observamos que cuando la policía hacía presencia en los lugares con más gente, esta se marchaba tranquilamente", ha recordado Batlle. De hecho, también ha insistido en que la semana pasada "sólo se produjeron pequeños incidentes", pero "ninguno grave". Sin embargo, considera que no se puede dejar únicamente en manos de los agentes "el control del espacio", sino que este se tiene "que autocontrolar".

Espacios de "descompresión"

Una de las novedades principales de este fin de semana será la reapertura de la franja horaria de la noche para bares y restaurantes, que podrán restar|quedar abiertos hasta las 23 h. a El teniente de seguridad ha subrayado que se tendrán que cumplir las distancias de seguridad, así como los aforos establecidos. Además, ha insistido en que sólo pueden agruparse un máximo de 4 personas dentro de los establecimientos, y 6 en el caso de las terrazas.

De hecho, ha afirmado que desde el Gremio de Restauración se ha hecho un llamamiento a los establecimientos apelando a la responsabilidad. "Necesitamos espacios de descompresión", ha dicho Batlle, explicando que las medidas anteriores daban pie a una ocupación de la vía pública dispersa y poco controlada. Así, considera que la reapertura se ha de todavía desde una vertiente "pedagógica", aunque ha añadido que en caso de producirse "situaciones de abuso", habrá una "acción sancionadora".

Otro de los puntos a vigilar, es la venta de alcohol. el jefe de la división de recursos operativos de la Guardia Urbana, Ricardo Salas, ha recordado que su venta está prohibida fuera de los horarios habituales y que estarán especialmente pendientes de restauradores, comercios y lateros, para que no puedan distribuir a partir de las 23 h.

Finalmente, con respecto al dispositivo que refuerza un 30% los agentes las noches de los fines de semana, Salas ha apuntado que se mantendrá en función de la situación de la ciudad y los datos epidemiológicos. "Si no hay ninguna orden en contra, estaremos para que la gente cumpla las medidas", ha concluido.

 

Foto principal: Imagen de recurso de un coche de la Guardia Urbana / ACN