El grupo municipal de Ciudadanos en el Ayuntamiento de Barcelona ha optado por una decisión drástica para cortar de raíz el motín protagonizado por el concejal Paco Sierra. Después de que se hicieran públicos los planes de Sierra de relegar a la actual presidenta del grupo y alcaldable a las elecciones de 2023, Luz Guilarte, haciendo frente común con la nueva concejal, Noemí Martín, el grupo municipal ha decidido iniciar un proceso de expulsión. Según un comunicado hecho público este jueves poco después de las tres de la tarde, Ciudadanos en Barcelona ha confirmado que Sierra ha registrado un escrito en el Ayuntamiento de Barcelona con la intención "de autoproclamarse presidente y cambiar así la configuración del grupo".
"A raíz de esta operación hecha a espaldas de la dirección de Ciudadanos y después de tener noticia de que Sierra ha intentado integrarse en las listas electorales de otras formaciones de cara a los próximos comicios municipales de 2023, la dirección del partido ha decidido iniciar el proceso de expulsión de Paco Sierra", asegura el comunicado, para añadir que la ejecutiva del partido lamenta "las formas impulsadas por Sierra y su falta de compromiso con el partido". Además, la dirección reitera su "confianza en la actual presidenta y alcaldable, Luz Guilarte, para seguir liderando el proyecto de Cs en Barcelona y para seguir trabajando de manera incansable por el interés general de los barceloneses".
Este golpe de timón de la ejecutiva barcelonesa denota la autoridad de Guilarte y de la línea oficial impulsada por el líder en Catalunya, Carlos Carrizosa, y al mismo tiempo afianza el papel de Guilarte como cabeza de lista del partido unionista a las próximas elecciones municipales de mayo del 2023. Con todo, también supone correr el riesgo de un nuevo resquebrajamiento del grupo, ya que la expulsión de Sierra no implica la renuncia a ejercer de concejal, ya que el acta es a título particular. Por lo tanto, si la decisión oficialista sale adelante, Sierra podrá mantenerse como concejal no adscrito, circunstancia en la que hace meses que está su antigua compañera de filas, Marilen Barceló, ahora en la órbita de Valents.
El papel de Noemí Martín, en duda
Todo ello hace que la supuesta fortaleza de Ciudadanos en Barcelona quede en duda ante una implosión inesperada que ha llegado propiciada, indirectamente, por la salida de Celestino Corbacho, que ha dado paso a un cambio de correlaciones en el seno del grupo de Ciudadanos. También está por ver el papel que pueda jugar la nueva concejal, Noemí Martín, que se había situado al lado de Sierra en el amotinamiento. Asimismo, también queda pendiente si el Ayuntamiento tramitará el escrito presentado por Sierra o esperará a que el partido resuelva su crisis. Eso sí, a siete meses de las elecciones municipales, la imagen de cohesión que Carrizosa se había esforzado en vender públicamente se ha ido al garete.