ÚLTIMA HORA | Sigue el minuto a minuto del conflicto Rusia - Ucrania
Barcelona está hermanada con una veintena de ciudades de todo el mundo, aparte de mantener protocolos de colaboración con otra veintena, según datos del Ayuntamiento de Barcelona. Las razones de estas hermandades pueden ser muy diversas, desde relaciones históricas como Montpellier, o solidarias en tiempos difíciles, como Sarajevo. Las tipologías pueden ser muy diversas, pero en el actual contexto bélico a raíz de la invasión rusa de Ucrania, uno de las hermanamientos que más sorprende es el que la capital catalana mantiene con la segunda ciudad de la Federación Rusia, San Petersburgo, la misma ciudad que acoge el museo Hermitage y donde Vladímir Putin tuvo cargos municipales durante los años noventa del siglo XX.

Barcelona y San Petersburgo se hermanaron el 24 de octubre de 1985 con la firma de un convenio de amistad y colaboración. En aquellos tiempos todavía existía la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) y la ciudad se llamaba Leningrado. Según este convenio, las dos ciudades acordaban intercambiar delegaciones políticas, culturales, deportivas e información sobre la actividad de las autoridades locales. De hecho, como recordaba hace unos días 'La Vanguardia', Putin, cuando tenía 40 años visitó Barcelona. Fue en febrero de 1992 en el marco de una visita del municipio ruso en plena euforia preolímpica barcelonesa, en aquellos momentos como número dos del entonces alcalde, Anatoli Sobchak.

Ciudad invitada en la Mercè de 2011

Además, el año 2002 Barcelona y San Petersburgo ratificaron el hermanamiento con la firma de un protocolo de colaboración. Aspectos como la colaboración en bienestar social o en el ámbito económico también se reflejaron en convenios específicos, firmados el 25 de abril de 1994 y el 25 de mayo de 2004, respectivamente. Y con ocasión del 25 aniversario de este hermanamiento, el año 2010 se celebraron varias actividades en ambas ciudades, que concluyeron en 2011, cuando San Petersburgo fue la ciudad invitada de las Fiestas de la Mercè. De hecho, habitualmente las ciudades invitadas a la Mercè acostumbran a ser ciudades hermanadas, como La Habana en 2021, aunque no es el caso de Roma este 2022.

Detención de un manifestante en contra de la guerra en San Petersburgo / Efe

En todo caso, ni la pasada vinculación de Putin con el gobierno local de San Petersburgo, que duró entre 1990 y 1996, ni la fracasada operación de traer a Barcelona una franquicia del Museo Hermitage, que después de años de intentar establecerse en la capital catalana tiraron la toalla a finales de enero, parecen razones suficientes para romper el hermanamiento. El caso es si, con la guerra abierta entre Rusia y Ucrania, hay suficientes motivos para que el consistorio barcelonés se replantee su relación de privilegio con la ciudad rusa y dé por acabado el hermanamiento con San Petersburgo, una ciudad donde se pueden comprar souvenirs a favor de la invasión, pero al mismo tiempo se repiten las manifestaciones en contra de la guerra.

Propuesta del PP barcelonés

Al menos eso es lo que plantea el grupo municipal del Partido Popular en el Ayuntamiento de Barcelona, que tiene previsto presentar en la próxima Comisión de Presidencia, Derechos de Ciudadanía, Participación y Seguridad y Prevención, que tendrá lugar el próximo miércoles, 16 de marzo, un ruego en lo que se instará al gobierno municipal a suspender el acuerdo de hermandad de la ciudad de Barcelona con San Petersburgo "como muestra de rechazo de nuestra ciudad a la invasión iniciada por Rusia contra Ucrania". Según el líder de los populares, Josep Bou, la renuncia a la hermandad sería "sólo un gesto, pero tenemos que dar una imagen contundente contra esta invasión". "Considero que el ayuntamiento podría hacer mucho más en este conflicto", ha añadido Bou, porque "como siempre, la gente y la ciudadanía ha ido por delante de las instituciones". Ahora hay que saber que dirán el resto de formaciones políticas representadas en el Ayuntamiento de Barcelona.

Pancarta solidaria con Ucrania en el Ayuntamiento de Barcelona / Jordi Palmer

De hecho, lo que es inequívoco es el alineamiento del consistorio a favor de la causa ucraniana. Aparte del gesto de colgar una pancarta en el balcón de la Casa Gran, en estos momentos el consistorio ha abierto una línea de ayudas a los refugiados, ofreciendo comida, un lugar donde dormir, medicamentos o ropa en la Cruz Roja en la Calle Joan de Austria, 118 (del lunes al domingo, 9 a 20 h) y en el Centro de Urgencias y Emergencias Municipales de Barcelona (CUESB) a partir de las 20 h, llamando al 900 703 030 o presencialmente en la calle Llacuna, 25. También para conocer los trámites de asilo y refugio, está a disposición el Servicio de Atención a Inmigrantes, Emigrantes y Refugiados (SAIER), con el teléfono 93 153 28 00 o con atención presencial en la calle de Tarragona, 141.

Ciudades hermanadas con Barcelona

Europa: Amberes, Atenas, Colonia, Dublín, Montpellier, San Petersburgo y Sarajevo

Norteamérica: Boston y San Francisco

Mediterráneo y África: Gaza, Estambul, Tel Aviv-Yafo y Túnez

América Latina: La Habana, Monterrey, Montevideo, Río de Janeiro, São Paulo y Valparaíso

Asia - Pacífico: Busan, Kōbe, Shanghái y Shenzhen

Ciudades con protocolos de colaboración con Barcelona:

Europa: París, Lesbos, Lampedusa, Turín, Bolonia

Norteamérica: Nueva York

Mediterráneo y África: Maputo, Saida, Tetuán y Ammán

América Latina: Montevideo, Rosario, Bogotá y Medellín

Asia - Pacífico: Eşfahān, Guangzhou, Ningbo, Seúl y Kioto

Imagen principal: Souvenirs en apoyo de la invasión a la venta en San Petersburgo / Efe