El barcelonés Hansel Cereza tiene en sus manos la responsabilidad de conducir un espectáculo que tiene todos los puntos para convertirse en una referencia de la capacidad de la capital de Catalunya de proyectarse al mundo. Artista multidisciplinar, creador y fundador de la Fura dels Baus y responsable de ceremonias como la que abrió los Juegos Olímpicos de Barcelona de 1992, Cereza es el director artístico y escénico de 'Barcelona, far al món', el espectáculo inaugural de la fase final de la 37 edición de la Copa América de Vela, que tendrá lugar este jueves, 10 de octubre, a partir de las 21 horas, en la playa del Bogatell de Barcelona.

Se trata de un espectáculo de acceso gratuito pensado como una experiencia muy especial para las decenas de miles de personas que se prevé que asistan, a quienes Cereza promete "un espectáculo total, único e irrepetible". Una ceremonia que incluirá luz, música -con el Coro del Gran Teatro del Liceo, la Escolanía de Montserrat y los cantantes Sara Blanch y Arnau Tordera-, drones y una actuación de los Castellers de Vilafranca con el trasfondo del mar y la idea conceptual del faro que ilumina el mundo desde Barcelona y que remite al espíritu olímpico y al yo estuve allí que podrán decir los asistentes al espectáculo desde la playa: "Aquí tendrás la experiencia de vivir una cosa única e irrepetible y formar parte de ella, porque el público que estará en la playa también participa con su presencia".

¿Cuál es el concepto del que parte el espectáculo 'Barcelona, far al món' para la ceremonia inaugural de la final de la Copa América de Vela?
Partimos del encargo de hacer un espectáculo ceremonial para la Copa Amèrica de Barcelona y a partir de un briefing encontramos una idea para llevar a término todo este encargo. Y partimos del lugar donde lo hacemos, porque no estamos en un teatro, sino en un espacio abierto, público, invadiendo durante unos días un espacio ciudadano de Barcelona.

Hansel Cereza en el espigón de la Mar Bella, con la instalación para el espectáculo 'Barcelona, far al món' de fondo / Foto: Carlos Baglietto

¿Al ser la ceremonia inaugural de la Copa América de Vela, tenía que estar en un entorno marítimo, como el espigón de la Mar Bella y encarado en la playa del Bogatell.
Exacto. Un entorno marítimo. Pero era muy arriesgado hacerlo en el mar, que sería lo ideal, pero vi este brazo, este espigón, que me permitía ir al mar y tener una visión frontal hacia la ciudad. Entonces escogimos este espacio escénico y aquí ya empezamos a implantar la escenografía, una estructura efímera que, a través del espectáculo de las diferentes escenas, se irá transformando en un faro. Es un simbolismo de faro, un faro pensado y construido dentro de la fantasía con lo que creamos la conexión mar-tierra con el edificio de la Torre Glòries, que será la primera cuenta atrás, que conectará con la estructura de la luz que está en el espigón y al final del espectáculo, este concepto lumínico del faro va hacia la Sagrada Familia. A partir del concepto faro unimos mar y ciudad.

El espectáculo 'Barcelona, far al món' incluye el uso de un millar de drones / Foto: Carlos Baglietto

¿El espectáculo contará con luz, drones, mar y música, como se liga todo eso?
Hoy en día uno de los grandes espectáculos son los drones, el otro es el concepto lumínico, el espectáculo de luz. Y yo he trabajado el concepto de la tecnología, que, al fin y al cabo, es un concepto frío, para que esté en harmonía con el aspecto humano, orgánico y caliente. Hay un equilibrio entre danzas, interpretación, canto, solistas, el Coro del Gran Teatro del Liceo, la Escolanía de Montserrat y la participación de los Castellers de Vilafranca para crear una armonía entre el mundo frío de tecnología y el cálido de la humanidad. ¿Qué veremos? Un espectáculo total, porque hay lírica, teatro, concierto, castellers, drones, y todo eso está dentro de una estructura dramática de trece escenas, que desde la primera escena, que es un mundo efímero, que no identifica nada, se va evolucionando y creando una comunión entre la tecnología y los humanos.

 

Eso a partir de la idea de faro, que es una idea muy marítima.
Sí, la idea del faro es el punto de partida. Conceptualmente, el faro de Barcelona ilumina este momento único e irrepetible que es la ceremonia inaugural de la Copa América y Barcelona. Pero no es solo un espectáculo para nosotros, es un espectáculo de Barcelona al mundo. Hay toda una producción audiovisual que dará la retransmisión en directo de todo el espectáculo, para llegar al espectador a nivel mundial. Estos proyectos, por el significado que tienen y porque ocupas un espacio público, porque le das un proyecto a la ciudad de Barcelona para que lo disfrute, también incluye una cuestión de ir más allá de nuestras fronteras e ir hacia el espectador a nivel mundial. Entonces se diseña para televisión, pero teniendo en cuenta el directo de las 60.000 personas que vendrán a la playa de Bogatell a vivir una experiencia única e irrepetible, porque estos proyectos no se hacen nunca más, es como los Juegos Olímpicos de Barcelona. Representa el país, la ciudad y la ciudadanía de cara al mundo. Nosotros en el 92 dimos a conocer a nivel mundial que es la creatividad de Barcelona y de Catalunya.

 

¿Su recomendación a los ciudadanos es que vengan a verlo en directo a la playa del Bogatell?
Claro, porque además, en este caso hemos hecho un dos en uno. Tú vienes aquí a verlo en directo y además con las pantallas que hemos puesto en la playa, verás la retransmisión que podrías ver en tu casa. Después te vas a casa y haces replay y lo puedes volver a ver, pero aquí tendrás la experiencia de vivir una cosa única e irrepetible y formar parte de ella, porque el público que estará en la playa también participa con su presencia. No es un plató que está todo vacío y haces un croma y lo retransmites. Es único e irrepetible, no se vivirá, no se repetirá nunca más.

Hansel Cereza en el escenario de 'Barcelona, far al món' / Foto: Carlos Baglietto

¿Con eso remite al espíritu olímpico, al yo estuve allí?
Exacto. El yo estuve allí, yo participé, yo lo viví... salió de la comunidad de los voluntarios, pero servía para todo el mundo que lo vivió, el espectador, el voluntario, el técnico, el artista, o lo que se quiera. Además, este faro representa Barcelona y yo, como barcelonés y catalán que soy, también me represento. Por lo tanto, el listón está mucho más alto para mí. Porque ya no es que represente a los barceloneses, es que me represento yo también como barcelonés. No es lo mismo hacer una ceremonia en otro país que representarte a ti mismo.

 

¿La ciudadanía que venga a verlo, exactamente qué podrá ver?
Verá un espectáculo multimedia, visualmente espectacular, y al mismo tiempo tierno, poético. ¿Por qué? Porque yo voy desde la gran magnitud y espectacularidad de la escenografía y la luz a un momento muy íntimo de un niño de la Escolanía cantando un solo con sus compañeros proyectados en las pantallas, porque este concepto de escenografía es luz e imagen. Las pantallas que tenemos en torno al escenario, que son once, se mueven, crean como uno quebradizo de pantallas o se juntan todas y ves una única imagen. Entonces hay momentos muy tiernos, muy íntimos, muy a flor de piel, y momentos muy espectaculares. Eso es lo que vivirá el público cuando venga a ver el espectáculo en directo.

Imagen de los ensayos del espectáculo 'Barcelona, far al món' / Foto: Cedida

Nos han pasado alguna fotografía de los ensayos de la pasada noche y quien lo ha visto nos dice que es espectacular.
Yo llevo aproximadamente un año pensando, diseñando, estructurando y haciendo renders en un mundo tecnológico, pero desde que estamos en el espigón y materializamos la escenografía vemos cómo crece, como toma forma. Es emocionante desde el primer día. Todo el equipo de técnicos y participantes, voluntarios y todo el equipo humano está a flor de piel porque dice, ¡uau!, que espectacular que es esto. El espectáculo está hecho, lo tenemos, lo vimos ayer, vimos la columna vertebral. Hay espectáculo y ahora hay que ponerle toda lo ornamenta lumínica visual y darle tempo y ritmo. Para que mañana, día 10 de octubre a las 9 de la noche, la gente pueda disfrutar de un espectáculo total.