La renaturalización del río Besòs y sus afluentes han hecho posible un hito histórico, por primera vez en cuarenta años se ha reproducido la nutria en el río Mogent y se ha podido localizar una unidad familiar formada por una hembra y dos crías nacidas en verano, según lo ratifican las imágenes grabadas con cámaras de fototrampeo instaladas en el marco del "Proyecto de seguimiento y estudio de la nutria en las cuencas del Besòs y de la Tordera", que están llevando a cabo el Observatorio RIVUS, dentro de la Fundación RIVUS, y la Fundación Barcelona Zoo, con el apoyo del Departamento de Acción Climática, Alimentación y Agenda Rural de la Generalitat de Catalunya.

 

Según ha informado el Zoo de Barcelona este miércoles, el nuevo grupo familiar se compone de una hembra y dos crías, nacidas en verano, que ya efectúan desplazamientos diarios acompañadas de la madre. Y así continuarán hasta alcanzar, aproximadamente, un año de vida, que es la edad media de emancipación de esta especie. Hay que recordar que en los últimos años se habían detectado individuos de forma periódica en este afluente del río Besòs, pero eran nutrias que estaban de paso y que provenían otras zonas. Se trataba de ejemplares que tenían el río Mogent como zona de dispersión e hibernación, pero no de cría.

El Mogent atraviesa los municipios de Llinars del Vallès, Cardedeu, la Roca del Vallès, Vilanova del Vallès y Montornès del Vallès y cuando llega a Montmeló se junta con el Congost para formar el Besòs. El año pasado, el mismo proyecto de estudio de la nutria permitió confirmar, por tercer año consecutivo, que este animal se reproduce en la cuenca del Besòs (2020, en el Congost y 2021, en el Ripoll), siempre en sectores lo suficientemente tranquilos, productivos y ecológicamente funcionales. Se estima que la población actual en esta cuenca es de unos 10 individuos. Según Arnau Tolrà, ecólogo e investigador responsable del estudio, los resultados del proyecto sugieren que "la incipiente recuperación de la especie en la cuenca se encuentra visiblemente supeditada a restricciones humanas, como la simplificación del hábitat y la sobrefrecuentación, cuyo efecto se traduce en una población todavía localizada y vulnerable a nivel local".

Para Antoni Alarcon, director del Zoo de Barcelona, "este hallazgo pone en evidencia la relevancia del trabajo para la conservación de los hábitats con el fin de preservar la biodiversidad. Y más en el caso de hábitats tan estresados y tan problemáticos como las cuencas fluviales del Besòs y la Tordera, ríos marcadamente mediterráneos. Su recuperación ha sido un esfuerzo de muchos años que hace posible recibir ahora la muy buena noticia de la observación de esta familia de nutrias en el Mogent. Es un hecho puntual, pero un claro motivo para la esperanza de que nos espolea a continuar adelante. Por eso, los técnicos del Zoo, en el marco de la Fundación Barcelona Zoo, junto con la Fundación RIVUS y el apoyo del Departamento de Acción Climática trabajan en el seguimiento de esta especie indicadora de la recuperación de los hábitats fluviales".

Desaparecidas en el siglo XX

Las nutrias desaparecieron de la cuenca del Besòs durante el siglo XX por efecto combinado de la contaminación de las aguas, la persecución humana y la degradación del hábitat. Años después, la reducción de la contaminación y su protección legal, sumada a la gran capacidad dispersiva de la especie, ha permitido un retorno a buena parte de las cuencas hidrográficas que las habían visto desaparecer, incluidas las más humanizadas. La situación de la nutria en la cuenca del Besòs contrasta con su situación en la cuenca vecina de la Tordera, donde a pesar de haber retornado de forma casi simultánea y también estar condicionada por notables presiones humanas, la disponibilidad mayor de hábitat adecuado está permitiendo el establecimiento de una población más grande, estimada en aproximadamente unos 20 individuos.

Precisamente, el objetivo principal del "Proyecto de seguimiento y estudio de la nutria en las cuencas del Besòs y de la Tordera", en marcha desde 2018, es evaluar qué retos enfrenta la especie y su comunidad ecológica en la actualidad y así identificar medidas que permitan compatibilizar la actividad humana y la conservación de nuestros espacios fluviales. Adicionalmente, también se han observado nutrias en el río Llobregat.