La negativa del Ayuntamiento de Barcelona de conceder permiso a la construcción en terrenos del puerto de museo Hermitage ha colmado el vaso de los promotores de este equipamiento cultural que lleva años atascado por las dificultades que está poniendo el consistorio. Una vez agotada la paciencia, el museo Hermitage Barcelona ha decidido llevar al ayuntamiento a los tribunales porque entiende que la denegación del permiso, a pesar de la autorización inicial por parte de Port de Barcelona, no se ajusta a la ley.
Por medio de un comunicado difundido este martes, Hermitage Barcelona ha anunciado que "defenderá la legitimidad" de su concesión en el Port, y por eso ha presentado un recurso contencioso administrativo "después de agotar la vía administrativa e intentar buscar el máximo de los consensos durante 10 años".
El museo asevera que se ha visto "obligado" a presentar este recurso contencioso contra el Ayuntamiento de Barcelona "como respuesta al proceso de judicialización iniciado por el propio consistorio, quién hace unas semanas presentó un recurso del mismo tipo contra Port de Barcelona", firmado por la misma alcaldesa, Ada Colau, hecho que ha lamentado.
En el recurso presentado, Hermitage sostiene que la postura del Ayuntamiento pretendiendo hacer valer una presunta potestad de veto equivale a otorgar a la alcaldesa y a la concejala de urbanismo una facultad para derogar de manera arbitraria el planeamiento urbanístico vigente. Esta situación comporta una inseguridad jurídica que no solamente afecta al proyecto Hermitage Barcelona, sino a cualquier otro desarrollo urbanístico en Barcelona.
Concesión legítima
Siempre según Hermitage Barcelona, actualmente existe una concesión otorgada el pasado 26 de mayo, que se ha tramitado con total transparencia y se publicitado. El museo fue el único proyecto que se presentó con una propuesta para este espacio y ha cumplido con el proceso de tramitación de manera escrupulosa. Por lo tanto, entiende que tiene todo el derecho a poder desarrollar el proyecto en este emplazamiento que legal y legítimamente le ha sido otorgado y para el cual ha sido concebido. También lo entiende así el Port, legítimo gestor del espacio, motivo por el cual ha otorgado la concesión aunque el ayuntamiento se niega a aceptarla. Una vez finalizada la concesión, el edificio será legado en la ciudad.
En el marco del contencioso interpuesto por el Ayuntamiento contra el Port, firmado personalmente por la alcaldesa Ada Colau, hay que recordar que el solar es titularidad de Port de Barcelona y que el consistorio estaría vulnerando las competencias de la Autoridad Portuaria al intentar imponer su veto a la construcción del centro cultural.
A lo largo de estos diez años de diálogo permanente con las autoridades portuarias y el Ayuntamiento, Hermitage Barcelona ha modificado y adaptado el proyecto a los requerimientos que se le han exigido con la finalidad de favorecer su plena integración en la ciudad.
Según Ujo Pallarés, presidente del consejo de Museu Hermitage Barcelona, "es desconcertante que, después de haber seguido y cumplido escrupulosamente con todo el procedimiento y la legalidad, tanto la Autoridad Portuaria como nosotros nos encontramos ante esta situación. Lamentamos que después de estos diez años de esfuerzo para que este proyecto cultural sea una realidad para Barcelona, el Ayuntamiento nos haya llevado a este escenario judicial".
Hermitage Barcelona señala su frustración porque, después de todo el trabajo llevado a cabo, el proyecto todavía no es una realidad y eso comporta la paralización del entorno de la Nueva Bocana, hasta que no se resuelva la concesión otorgada. A ello se suman las consecuencias económicas indeseadas que se derivan para el interés general por el incomprensible posicionamiento de una parte de los miembros del equipo del gobierno municipal.
Compromiso con la ciudad de Barcelona
A pesar de las dificultades, Hermitage manifiesta su voluntad de seguir apostando por la ciudad. Guy Vesey, director del Hermitage Foundation UK, sostiene que "Hermitage Barcelona sigue queriendo ser en la ciudad y espera poder desarrollar aquí su proyecto artístico cuando el proyecto sea acogido por la actual o futura Administración local". Vesey recuerda que "deseamos estar en Barcelona con la ilusión de compartir con la ciudad la extensa colección de Hermitage y fomentar el diálogo entre culturas de dos urbes como San Petersburgo y Barcelona, las dos con una gran riqueza y sensibilidad cultural".
Finalmente, Hermitage Barcelona quiere agradecer expresamente el apoyo recibido de Port de Barcelona para acoger el proyecto y facilitar en todo momento la consecución del acuerdo que, lamentablemente, no se ha producido por el bloqueo constante de una parte del Ayuntamiento. También agradece el apoyo constante de la ciudad, sus vecinos y de la mayoría de sus representantes en el consistorio municipal, así como del resto de entidades e instituciones que se han pronunciado a favor de Hermitage Barcelona.