El avión del Tibidabo tiene a sus espaldas el equivalente a 15 vueltas completas en el mundo y 800 trayectos entre Madrid y Barcelona. Con tantos 'kilómetros' acumulados, ha llegado el momento de hacer una reparación exhaustiva.
Por eso, este martes al mediodía, una grua la ha descolgado para proceder a renovar el fuselaje, la decoración interior y la pintura. El cambio sorprenderá: creado el año 1928, este histórico avión nunca ha abandonado el parque de atracciones y modificará sustancialmente la "decoración" del cielo de Barcelona. Su vuelta está prevista para la próxima primavera.
Este avión es una réplica del primer vuelo de pasajeros que voló entre el aeropuerto de Barcelona y el aeropuerto de Carabanchel, ubicado en Madrid. Fue construido por Talleres Estrado de Sarrià y proyectado por los ingenieros Fath por Marià Rubió.
Una de las características principales es que se impulsa gracias a la suya propia la hélice y que conserva el interior original de la estación radiotelefónica de 1933.
El archivista del Tibidabo, Marià Hispano, aseguró en el 2015 que la sensación de los adultos de la época al entrar en un avión de estas características "es la de los niños de 7 y 8 años de ahora". Hispano detalló que la gente de la época "explicaba la experiencia como si realmente hubiera subido en un avión real".
El archivista destacó que la visión que se hizo es "una visión total de Barcelona y una experiencia compartida", y afirmó el papel que tuvo la prensa de la época con el fin de hacer perder el miedo a los usuarios.
Un salto al pasado
Una de las primeras impresiones que uno encuentra al entrar en este avión es el retorno a una época pasada, antigua. Con capacidad para 10 pasajeros, la disposición de los elementos del avión del Tibidabo crea una atmósfera de proximidad y calidez que evoca un sentimiento casero. "El primero que sorprende hoy día es la fragilidad, porque es un espacio contradictorio: es un contexto de aviación pero recuerda a un hogar", sentenció Hispano.
La disposición de los elementos contribuye a crear este ambiente: un espacio con el fin de guardar las maletas, un baño y un salón donde diez pasajeros se sientan para disfrutar de uno agradable quiere. Las ventanas y los acabados son de madera y acaba creando un clima de autenticidad.
Foto: Tibidabo
Foto: Ayuntamiento de Barcelona
La prensa de la época
Los medios de comunicación ayudaron a reforzar la imagen de un avión que, aparentemente, no destacaba por su robustez ni estabilidad. Sin embargo, el avión que imita y que cubría la ruta entre Madrid y Barcelona, nunca sufrió ningún accidente.
Así pues, los medios ayudaron a acercar este vehículo a la ciudadana. En definitiva, hacerlo suyo. Una muestra la podemos encontrar en este ejemplo de La Vanguardia, que se pronunciará en estos términos del avión.
"Esta atracción es un absoluto producto de se lo industria de nuestro país, que en este caso, ha demostrado que puede igualar y superar lo mejor en atracciones que se han hecho al 0extranger", decía La Vanguardia el 15 de septiembre de 1928.
Varias generaciones
Son diversas las generaciones que han disfrutado de la experiencia de este "vuelo simulado" y han convertido en icono esta atracción turística.
Así pues, a partir de la próxima primavera, parece que el skyline del parque de atracciones será ligeramente diferente con un cambio. Falta saber si este cambio de fuselaje, también modificará el rojo y el aspecto característico de todo un símbolo de Barcelona.