Dos construcciones barcelonesas en clarísimo estado de degradación, el Hivernacle del parque de la Ciutadella y el Palau de Alfarràs del parque del Laberint, empezarán a ser rehabilitadas a partir del mes de julio de este 2022, según ha comunicado este martes el Ayuntamiento de Barcelona, que tiene previsto destinar 2 millones de euros a las obras de reforma del Hivernacle y 1,4 millones de euros en las del Palau d'Alfarràs.
La situación del Hivernacle había sido motivo de quejas reiteradas por parte de los partidos de la oposición y a mediados de diciembre el mismo primer teniente de alcaldía, Jaume Collboni, tuvo que salir al paso de las críticas anunciante una inversión de dos millones de euros, que ahora se concretan en unas obras de rehabilitación que se prevé que empiecen el próximo mes de julio con una duración prevista de 12 meses.
Doble objetivo en el Invernadero
Según el ayuntamiento, la rehabilitación del Hivernacle tiene un doble objetivo, la restauración del edificio patrimonial y resolver las patologías detectadas en la última actuación que se hizo. Este edificio de unos 1.000 metros cuadrados y catalogado como Bien Cultural de Interés nacional, está formado por tres naves, la central, más alta y dos laterales, la nave Picasso y la nave Magnòlies. Las tres requieren actuaciones profundas de rehabilitación.
Inicialmente, el arquitecto Josep Fontserè i Mestres proyectó un invernadero para la Ciutadella como aparte de un programa museístico y científico (formado por el Hivernacle, el Umbracle y el Museu Martorell), y el edificio se levantó según el proyecto del arquitecto Josep Amargós i Samarach con motivo de la Exposición Universal de 1888, con una estructura metálica y cierres de cristal.
Esta actuación es clave para consolidar el parque de la Ciutadella como espacio estratégico que engloba una serie de activos muy relevantes desde el punto de vista medioambiental, patrimonial, cultural y también del conocimiento y la innovación. Por este motivo el Gobierno municipal prioriza un conjunto de actuaciones para aprovechar todo su potencial, con la rehabilitación del patrimonio del parque, los espacios verdes y los culturales y educativos que se encuentran en el parque. Destacan, por ejemplo dos actuaciones que han permitido la renovación de dos espacios emblemáticos del parque, la plaza Prim, finalizada hace casi tres años, y la reforma en curso, ya en la recta final de la plaza de Armes.
El parque de la Ciutadella y sus elementos patrimoniales son un activo importantísimo para el distrito de Ciutat Vella, un gran pulmón verde de 14 hectáreas (más las 31 del Zoo) que recibe anualmente más de 7 millones de visitas.
Rehabilitación del Palau del Marqués de Alfarràs
Con respecto a la rehabilitación del Palau del Marqués de Alfarràs, de 3.000 metros cuadrados y situado en el parque del Laberint, las actuaciones se harán en diferentes fases durante los años 2022 y 2023 con una dotación de 4,1 millones de euros. La primera fase, que es la que se desarrollará el próximo año, priorizará la consolidación de la estructura y los sistemas constructivos del edificio y se destinará un millón y medio euros.
El proyecto de rehabilitación tiene como objetivo recuperar el valor histórico, arquitectónico y significativo del Palau del Marqués d'Alfarràs. En primer lugar, se abordará la estructura, que sufre una degradación importante y se asegurará la impermeabilización y la protección de los elementos patrimoniales. Posteriormente, se rehabilitarán las fachadas y las soleras conservando las características más destacables que dotan la construcción de un alto valor patrimonial y se adecuará el edificio con las instalaciones básicas (eléctricas, desagües y pararrayos) para permitir un uso posterior.
El Palau del Marqués de Alfarràs está catalogado como Bien Cultural de Interés Nacional y la última gran actuación se hizo entre los años 1983 y 1987, con la rehabilitación del ala derecha del edificio, que desde el año 1993 acoge el Centre de Formació El Laberint, que imparte cursos y talleres de jardinería, agricultura y biodiversidad, con el objetivo de incrementar y consolidar el conocimiento y la divulgación del verde y la naturaleza urbana de Barcelona al conjunto de la ciudadanía.
Está situado en el parque del Laberint, un conjunto de jardines de varias épocas con una extensión de más de 54 hectáreas distribuidas en tres niveles escalonados, en el más bajo es donde está el laberinto de cipreses recortados. El parque del Laberint recibe cada año a unos 250.000 visitantes.