Barcelona ha registrado una caída del 70% en dos años en incidentes relacionados con jabalíes, pasando de 1.321 avisos registrados por la Guardia Urbana en el 2022 en los 417 recibos en el 2024. En los cinco distritos de montaña de la ciudad - las Corts, Sarrià-Sant Gervasi, Gracia, Horta-Guinardó y Nou Barris - han disminuido especialmente las incidencias, aunque Sarrià-Sant Gervasi sigue siendo el distrito que más concentra, con un total de 220 durante el 2024, pero que en el 2022 llegaron a ser 509. Destaca especialmente el descenso a Gracia (de 131 en 12), a Horta-Guinardó (de 327 en 70) y a Nou Barris (de 251 en 55).

 

 

Según el Ayuntamiento de Barcelona, los datos muestran la efectividad del plan de acción para reducir la presencia de jabalíes en el entorno urbano coordinado por la Dirección de Derechos de los Animales. El objetivo principal de este plan ha sido reducir la atracción del entorno urbano y evitar la habituación del jabalí en las áreas urbanas, para conseguir disminuir el volumen de incidencias que generan, que había ido en aumento los últimos años a raíz de la pandemia. Las cifras vuelven a ser ahora similares a las del 2012.

 

Además, la sequía también ha perjudicado la presencia del jabalí, ya que no se han podido regar muchas zonas ajardinadas y eso ha hecho que no encontraran tanto alimento. Los jabalíes que generan más incidencias en la zona urbana son aquellos que se han habituado tanto al ambiente urbano como la presencia humana y ya no son capaces de reconocer el bosque como|cómo un ambiente óptimo para ellos.

De esta manera se acaban dispersando a lo largo del entramado urbano en busca de comer de origen antrópico, bien porque se los da o porque busca comida en contenedores y papeleras. Durante las épocas más secas del año, el jabalí encuentra afinidad por las zonas verdes, donde hurga intensamente, levantando la vegetación y estropeando el sistema de riego.

Desbrozar zonas verdes y proteger los contenedores

Para reducir su presencia a la trama urbana, el plan incluye acciones preventivas que se complementan con la necesidad de llevar a cabo anualmente la captura programada de jabalíes habituados y conflictivos. Así, se mantienen los desbroces para impedir zonas de reposo y confort de los jabalíes que se habitúan a comer en el entorno urbano.

También se protegen los contenedores de basura, y en el marco del Plan Endreça se han instalado anclajes y barras en los contenedores con el fin de hacerlos inabordables para los jabalíes, como los 22 cerrados de madera que se han instalado para proteger los contenedores de la acción de los jabalíes en los barrios de montaña de la ciudad.

Informar sobre los peligros de alimentar a los jabalíes

Igualmente, se han impulsado acciones informativas a fin de que la ciudadanía no alimente a los jabalíes y concienciar que si estos se habitúan a alimentarse en el entorno urbano, pierden el miedo a la presencia humana, y que se exponen a sufrir atropellos y generan conflictos. También se ha protegido el alimento de las colonias de gatos situadas en las zonas próximas del parque de Collserola para disminuir el atractivo del pienso de los gatos que tienen los jabalíes, y que detectan a kilómetros de distancia a causa de la suya elevada capacidad olfativa.

También, se ha continuado con las capturas programadas, donde se ponen elementos de trampeo, para reducir el número de animales habituados y conflictivos. Las capturas programadas también muestran un descenso destacable, y han pasado de 292 a 92 en dos años. También hay previsión de actuaciones reactivas cuando los jabalíes se han introducido en la trama urbana, por debajo de la ronda de Arriba, invadiendo vías de circulación y generando situaciones potenciales de peligro. En estos casos, el protocolo establecido prevé que la Guardia Urbana active el servicio para capturar a los animales.