El lunes 21 de octubre empezarán las obras de la nueva Unidad Territorial de la Guàrdia Urbana de Sarrià-Sant Gervasi, una comisaría que se situará en el solar de la avenida J.V. Foix, 103-109, junto a la ronda de Dalt, y dejará su ubicación actual en la finca de Can Ponsic, en el número 55 de la misma avenida. Según ha informado el Ayuntamiento de Barcelona este viernes, se prevé que las obras finalicen dentro de unos 25 meses y, por lo tanto, el nuevo equipamiento tendría que estar acabado en noviembre de 2026. La inversión prevista que destinará el Ayuntamiento será de unos 19,9 millones de euros.
Desde el año 1988, la comisaría está ubicada en la finca de Can Ponsic, compartiendo espacio con la Escuela Municipal de Música de Can Ponsic. El cuerpo de policía barcelonés ocupa 1.239 m² del edificio distribuidos en dos plantas, mientras que la nueva Unidad Territorial del distrito tendrá una superficie total de 4.828 m² construidos y 3.887 m² útiles distribuidos en seis plantas, dos de ellas en sótano. La nueva sede de la Guàrdia Urbana será un edificio integrado al entorno y que acogerá no solo los 140 agentes que actualmente están destinados en este territorio, sino también los que provengan de las nuevas promociones de la Guàrdia Urbana que están previstas.
Adiós a Can Ponsic
La actual comisaría de la Guardia Urbana en Sarrià-Sant Gervasi está ubicada en Can Ponsic, un edificio catalogado como bien cultural de interés local (BCIL) que originalmente era un caserón señorial con función agrícola y del cual destaca su construcción, con muros que imitan baluartes de muralla y dos torres cuadradas con miradores rematados por almenas. Además, cuenta con una capilla adosada y una torre de vigía separada, con planta circular y 12 metros de altura y 6 metros de diámetro, con ventanales neogóticos añadidos posteriormente.
La torre original fue construida posiblemente entre los siglos XI y XII para controlar el antiguo camino de Finestrelles o camino Fondo, hoy calle de Domínguez i Miralles. La casa fue reformada en 1892 por el arquitecto August Font en estilo neomedieval y en 1967, Josep Maria Ponsich i Sarriera la cedió gratuitamente al Ayuntamiento de Barcelona con la voluntad que fuera destinada a actividades culturales, especialmente musicales. Desde 1988 hay la sede de la Guàrdia Urbana del distrito de Sarrià-Sant Gervasi.