Hace dos semanas, en la presentación de los actos navideños de Barcelona y con presencia del alcalde, Jaume Collboni, se anunció que el pesebre de la plaza de Sant Jaume recuperaría el espíritu tradicional del belén napolitano, una de las formas de pesebrismo más celebradas por sus figuras y su costumbrismo. Quizás fue el uso del concepto tradición el que indujo a error, pero el pesebre de esta Navidad 2023 no será tradicional, entendido este concepto como el de las clásicas figuras de barro en medio de dioramas, el formato que sí que utilizan los pesebres municipales del Museo Marès y del Monasterio de Pedralbes.

Lo que se anunció en aquella ocasión, en todo caso, fue que en la plaza de Sant Jaume habría una instalación del escenógrafo Ignasi Cristià con la intención de homenajear la tradición del belén napolitano a partir de un nacimiento cien por ciento barcelonés. Un homenaje, en todo caso, más conceptual que formal. Este lunes el Ayuntamiento de Barcelona ha desvelado como será el pesebre, que justo está a medio construir, con la intención de tenerlo plenamente activo a partir del 1 de diciembre y hasta el 6 de enero. Por lo tanto, nada de pesebre tradicional en Sant Jaume y, quizás sí, nuevas posibilidades que el de este año, como casi cada año, vuelva a ser polémico.

El escenógrafo Ignasi Cristià es el autor del pesebre de esta Navidad en la plaza de Sant Jaume / Foto: Pau de la Calle
El belén está actualmente en construcción, pero ya estará terminado el viernes 1 de diciembre / Foto: Pau de la Calle

En todo caso, la instalación de esta Navidad será de las que llaman la atención por su innovación, ya que se compondrá de una estructura en forma de semicírculo, de una anchura de unos 15 metros y una profundidad de 10 metros donde, con imágenes de Barcelona -el puerto, el Palau Nacional, el Tibidabo, la Pedrera, el parque de la Ciutadella- y de Sant Adrià de Besòs -las tres chimeneas- de fondo, se sucederán varias estampas inmersas en un costumbrismo que remite al ejemplo napolitano, con presencia de los tres espacios habituales de todo pesebre, la anunciación, el nacimiento y los Reyes Magos. Las figuras serán como grandes recortables que hacen que el símil de este pesebre se encuentre en el formato de libro pop-up, eso sí, con una sola escena estática.

Un pesebre ciudadano

El creador de la instalación, el escenógrafo Ignasi Cristià, ha defendido su propuesta señalando que esta interpretación barcelonesa del pesebre napolitano parte del "concepto de tradición entendido como aquello que siempre se ha hecho", pero señalando que el encargo buscaba "diálogo con la plaza". Por eso, ha planteado un belén donde además de "las tres escenas de siempre, los pastores, el nacimiento y los reyes de Oriente," se incluyen, como en el referente napolitano, "escenas que no tienen nada que ver, donde el protagonista es la ciudadanía." A partir de aquí, Cristià ha querido "trasladar a Barcelona la idea que nos da el belén napolitano de representar la ciudadanía".

 

La instalación será, pues, un pesebre ciudadano, con representaciones de estampas navideñas, incluidos una innovadora 'cagonera' y el 'tió' de Navidad, pero también escenas más cotidianas y en gran formato que invitan a "meterse dentro del belén". De hecho, el autor está convencido de que este pesebre creará "el efecto de un mundo de realismo mágico" donde "todo el mundo se puede ver reflejado". También señala que en esta ocasión, su mismo formato -de hecho, como las proyecciones del año pasado- evitarán que la ciudadanía tenga que hacer cola para disfrutarlo, porque "solo entrar en la plaza se contemplará". De hecho, la instalación estará encarada a la Baixada de la Llibreteria, aunque en los renders aparece encarado al Ayuntamiento.

100.000 euros de presupuesto

Con respecto al debate sobre si el pesebre tiene que ser o no tradicional, Cristià ha apuntado que hay muchas maneras de entender el concepto tradicional y ha insistido en que "lo que representan las figuras es tradicional". Eso sí, también ha apuntado que "la polémica es buena porque crea debate". Por eso, ante una posible polémica, ha asegurado que "estará bien que haya gente que le gusta y gente que no le guste nada, porque eso nos hace vivos y nos hace vibrar". Según ha indicado el Ayuntamiento, el belén tiene un presupuesto de unos 20.000 euros en gastos artísticos y unos 80.000 de producción, mantenimiento y técnica.

Render del belén visto durante el día. A pesar de la imagen, finalmente estará orientado hacia la Baixada de la Llibreteria / Foto: Icub
Otra imagen recreada de cómo quedará el pesebre, esta vez en visión nocturna / Foto: Icub

Más allá del debate sobre si el belén de la plaza de Sant Jaume tiene que ser tradicional, como lo son los del Museo Marès y el Monasterio de Pedralbes, queda en manos de la ciudadanía juzgar si esta nueva propuesta gusta o no gusta. Lo que queda claro es que si se esperaba el retorno de ese formato, habrá que esperar al menos un año más. Porque como ha dejado claro Cristià con su creación, inspirado en la tradición no quiere decir con figuras de barro tradicionales.