El portazo que este viernes han dado los promotores del Hermitage Barcelona ante las dificultades que ha puesto el ayuntamiento a la propuesta de situar un nuevo reclamo cultural en el Port de Barcelona ha sido recibido por el gobierno municipal como una confirmación de las políticas municipales en contra de esta instalación. Lejos de considerar un fracaso que se haya dejado perder un nuevo museo en la ciudad, la segunda teniente de alcaldía del ayuntamiento, Janet Sanz, ha considerado que la renuncia de tener en la ciudad una franquicia de la pinacoteca de San Petersburgo ha sido la constatación de que era el ayuntamiento quien mantenía una política acertada: "El tiempo nos ha dado la razón".
En una comparecencia ante los medios este viernes por la mañana en el mismo ayuntamiento, Sanz ha preferido referirse en primero al proyecto de expansión del Liceu en el puerto, que se dio a conocer la semana pasada, confrontándolo al Hermitage. "Valía la pena trabajar por un gran proyecto de gran consenso y con la potencia de lo que ha presentado el Liceu", ha afirmado Sanz, que ha considerado que "hacer el Liceu en el mar es la mejor propuesta de que puede tener la ciudad". Ante la propuesta del Liceu, Sanz ha asegurado que el Hermitage era "una propuesta de franquicia que no está arraigada en el territorio ni tenía consenso".
De hecho, Sanz ha preferido priorizar el nuevo proyecto del Liceu antes que valorar en sí misma la marcha del Hermitage, pero ha defendido que la administración "tiene que tener la potestad de poder escoger el mejor proyecto por la ciudad" y por eso ha apuntado que "nunca nos hemos comprometido con ningún proyecto en concreto excepto ahora con el Liceu del mar". Con respecto a la situación judicial, Sanz considera que no ha habido ningún cambio, ha reafirmado el punto de vista del ayuntamiento respecto a que con el Hermitage "no vemos motivos de interés público" y ha recordado que los servicios jurídicos del ayuntamiento defienden que la actuación es "plenamente correcta".
Collboni no renuncia
Asimismo, la segunda teniente de alcaldía ha quitado importancia a las declaraciones previas a Jaume Collboni, socio de gobierno municipal, que este mismo viernes por la mañana ha asegurado que no renunciaba al Hermitage. "Dentro del gobierno municipal hay diferencias y con toda normalidad se expresan", ha asegurado. "Como gobierno municipal ya hemos determinado los pasos, después cada partido puede defender lo que crea", ha remachado, cerrando la puerta a que se pueda reanudar algún tipo de negociación con los promotores del Hermitage Barcelona, un proyecto de ciudad que, según parece, quedará en el olvido.
En todo caso, el posicionamiento triunfalista de Barcelona en Comú no sólo choca con el del socio de gobierno, el PSC, sino también con los grupos de la oposición en el pleno municipal, que este mismo viernes han responsabilizado directamente al equipo de gobierno municipal y su alcaldesa, Ada Colau, del abandono definitivo del proyecto de llevar a la capital de Catalunya una franquicia de la pinacoteca de San Petersburgo.