El presidente del grupo municipal del Partido Popular a lo Ayuntamiento de Barcelona, Josep Bou, que todavía no sabe si repetirá como candidato en las elecciones de mayo de 2023, ya demostró en el pleno municipal del pasado mes de abril que es un firme defensor de uno de los cuerpos militares más controvertidos y polémicos del ejército español, la Legión, definidos históricamente como un cuerpo mercenario profundamente antidemocrático. Ahora bien, si hace un mes se limitó a pedir que el ayuntamiento buscara un nuevo local para la Hermandad de Antiguos Legionarios, este domingo ha dado un paso más, ha ido al local ocupado por los legionarios para mostrarles su apoyo.
No hay fin de semana que Bou no busque notoriedad, aunque el caso del incendio de su coche, supuestamente provocado, ha quedado en el olvido una vez los Mossos d'Esquadra atribuyeron a una avería mecánica el fuego. En todo caso, el numerito de este domingo ha consistido en ponerse camisa verde legionario y un 'chapiri', la gorra que identifica a este cuerpo, para apoyar los exlegionarios. Es decir, Bou se ha fotografiado con unos ocupas pendientes de desahucio, una actitud que contrasta con otras actuaciones suyas de crítica a la ocupación, aunque se trataba de casos de ocupación por necesidad de vivienda y no para mantener aficiones paramilitares lúdicas como es el caso de los exlegionarios.
Hay que recordar que este fin de semana se han celebrado actos relacionados con el día de las fuerzas armadas, y los partidos autodenominados constitucionalistas no se han ahorrado muestras de apoyo a los militares españoles, los cuales tienen el mandato constitucional de "defender la integridad territorial" del Estado. En este contexto, Bou manifestó en un apunte en su cuenta de twitter que "los barceloneses arropan a la Legión en su Hermandad en Torres i Bages", es decir, en un local pendiente de desahucio y que los exlegionarios deberían haber abandonado el pasado 10 de febrero.
De hecho, como los exlegionarios no se han marchado, no sólo ha habido que activar los trámites judiciales necesarios para desahuciarles por parte del Consorci de la Zona Franca, propietaria del espacio ocupado, sino que, además, los proyectos de futuro del Ayuntamiento de Barcelona para el solar, donde se tienen que edificar viviendas y equipamientos, quedan paralizados. En el pleno de abril, la misma alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, se refirió a los exlegionarios como un colectivo "nostálgico y reivindicativo del franquismo, un régimen dictatorial y criminal" y ha señalado que precisamente el ayuntamiento "lleva años exigiendo su desahucio". Asimismo, la alcaldesa recordó que fue el Consorcio de la Zona Franca, cuando estaba "presidido por el PP" quien les cedió el local y recordó que para el consistorio la permanencia de los exlegionarios en Sant Andreu es una "anomalía".