El presidente del grupo municipal del PP en el Ayuntamiento de Barcelona, Josep Bou, se marchará definitivamente del consistorio a finales del mes de marzo. Bou, que ya adelantó el pasado mes de octubre que no acabaría la legislatura, ha comunicado su decisión a través de una carta dirigida a todos los concejales, y también en un escrito dirigido para la alcaldesa Ada Colau. En esta misiva, el dirigente popular ha indicado que se dedicará "exclusivamente a sus tareas profesionales". Ha argumentado que "necesito volver a la empresa, que es mi vida, lo que me apasiona y lo que les debo a mis trabajadores,", y ha advertido que "las perspectivas económicas no son nada buenas, nos tenemos que preparar para unos meses complicados", según la carta que ha avanzado el periodista Josep Subirana en su blog.
Cuestionamiento de su profesionalidad
Josep Bou ha hecho una autoevaluación de su paso por el gobierno municipal de Barcelona y ha reconocido que "no he sido un político profesional", en este sentido, ha justificado que su "forma de plantear los debates ha sido un poco diferente, quizás peculiar". Con todo, en su escrito reconoce que "ha sido una etapa fantástica" y ha agradecido "enormemente la estima y el trato durante todos estos años". El concejal popular defiende que "ha dado lo mejor de sí mismo" y que lo ha hecho desde la oposición, una tarea que asegura que se hace "en silencio y lejos del foco mediático". Aunque ha sido una buena época, también afirma que "ha sido una etapa dura", sobre todo marcada por la pandemia de la covid. La carta de Bou acaba diciendo que siente "un enorme orgullo de haber podido ser concejal de Barcelona. Me lo llevaré siempre conmigo. Gracias de todo corazón".
Daniel Sirera, el recambio de Bou
La salida de Bou del consistorio barcelonés pone fin a unos meses de tensión dentro del partido. Aunque se hizo esperar, el PP finalmente presentó a Daniel Sirera como candidato para las elecciones municipales 2023. El año 2019 los populares consiguieron entrar en el pleno municipal por los pelos con un 5,01% de los votos, y con la posibilidad de pescar votos en un escenario unionista desmenuzado en al menos cuatro opciones, el mismo Partido Popular, más Ciudadanos, Valents y Vox. En este contexto, Sirera en su primera intervención reclamó el rol del PP como "casa común del constitucionalismo" y se ha mostrado dispuesto a abrir "de par en par las puertas del partido a todas aquellas personas que votaron otras fuerzas, como Ciutadans o Vox, u otros que se han creado después, y que puedan confiar en el PP como único candidato que puede plantar cara a independentistas y populistas."