El pasado 11 de mayo, en las puertas de las elecciones municipales, la empresa de desalojos extrajudiciales. Desokupa irrumpió a la campaña electoral anunciando que actuarían para desalojar dos inmuebles ocupados: el Kubo y la Ruina. Daniel Esteve, líder de Desokupa, apareció a las redes sociales con mensajes incendiarios y abanderando una cruzada contra el entonces alcaldesa Ada Colau. Desokupa tomó la iniciativa y convocó varias marchas donde hubo cánticos nazis, saludos fascistas y muestras de odio ideológico hacia los contrarios a sus ideas. Por eso, la Fiscalía denunció los hechos y sostuvo que consistían en un delito de odio, sin embargo, el juez del caso lo ha archivado.
Según publica elDiario.es, el pasado mes de septiembre el magistrado del juzgado de instrucción 32 de Barcelona, José Antonio Cruz de Pablo, archivó el caso que incluía los cánticos neonazis a las marchas de Desokupa como los mensajes contra Ada Colau de Esteve. Por su parte, la Fiscalía justificó que los mossatges incendiarios de Esteve podían suponer una incitación a los desórdenes públicos así como que los cánticos y los saludos nazis incurrían en delitos de odios. Sin embargo, el juez ha archivado el caso sin casi practicar diligencias. Es decir, todos estos hechos quedan impunes.
El final del Kubo y la Ruina
Las dos casas ocupadas en la Bonanova devolvieron a la actualidad informativa meses después de las elecciones municipales, donde fueron uno de los temas protagonistas. El 30 de noviembre las dos casas fueron desalojadas después de una actuación policial que se alargó horas. El desalojo se inició de madrugada o se dio por acabado a primeras horas de la tarde. Todo acabó con un total de siete personas detenidas. Por otra parte, los ocupantes del Kubo y La Ruïna han prometido "venganza" en un comunicado difundido a través de las redes sociales en que también han asegurado que nada ha acabado. "No perdonaremos la crueldad de televisar un desalojo y mediatizar nuestras vidas", indicó el colectivo dos semanas después de ser expulsado de los dos edificios. "Nada ha acabado, todo continúa y seguimos combatiendo toda autoridad. Seguimos golpeando la realidad con odio, pensando en cada casa desalojada y en cada vida y proyecto que han destruido", recogieron en un comunicado que acababa afirmando que están motivados "y con entusiasmo" para seguir "ocupando y expandiendo las prácticas anarquistas".