Como ya pasó en la última Comisión de Urbanismo pero revestido de la solemnidad de hacerlo en el Pleno Municipal, todos los grupos del plenario a excepción de Barcelona en Comú han votado a favor de una proposición de Junts per Catalunya que insta al gobierno municipal a "detener la implantación de las Supermanzanas, no haciendo nuevas licitaciones ni proyectos,", y hacer una "evaluación de impacto" sobre aspectos como "la economía, movilidad y calidad del aire en el conjunto de la ciudad". En un pleno que ha llegado marcado por el clima preelectoral que ha definido la votación de los presupuestos para el 2023 se ha podido visualizar el nulo apoyo que tiene el partido de Ada Colau con respecto al controvertido Modelo Supermanzana, que ya no cuenta en esta cuestión ni con el apoyo de su socio de gobierno, el PSC.
El portavoz de Junts per Catalunya, Jordi Martí Galbis, ha defendido la propuesta recordando que ya en comisión "31 de 41 concejales han votado para parar las Supermanzanas", y ha celebrado que el teniente de alcaldía Jaume Collboni ya haya dicho que hace falta "digerir las supermanzanas, parar máquinas y ver cómo ha ido, por eso, dirigiéndose a la teniente de alcaldía Janet Sanz, que en este momento presidía el pleno, le ha lanzado: "Os habéis quedado solos". Por eso ha defendido la necesidad de "parar el proyecto y replantearlo de nuevo", defendiendo como alternativa la necesidad de convertir en zonas verdes más interiores de manzana en el Eixample y recordando que "el 90% de vehículos que atraviesan el Eixample vienen de fuera de Barcelona y les hace falta una alternativa de transporte público".
La propuesta ha contado con el apoyo del resto de grupos, pero la más destacable ha sido la del PSC, verbalizada por la tercera teniente de alcaldía, Laia Bonet, que ha detallado que con respecto a las Supermanzanas, los socialistas han encontrado contradicciones como "que el espacio reservado al transporte público es muy limitado" y que de momento, el único estudio científico sobre este modelo urbanístico, elaborado por el Supercomputing Center "nos dijo que la circulación no se había reducido, sino redistribuido". Por eso se ha mostrado favorable a parar las supermanzanas, eso sí, aclarando que se acabarán las obras que están en marcha, "pero no hacer nuevos proyectos hasta que no tengamos respuestas sobre reducción de contaminación, incremento del tráfico, afectación al transporte público y al precio del alquiler".
Por Barcelona en Comú, ha sido Janet Sanz quien ha defendido las supermanzanas, que ha indicado que a pesar de la propuesta de parar las supermanzanas salga adelante, "la realidad no cambiará, que es que el modelo supermanzana funciona". Desde su punto de vista, esta transformación urbanística ha hecho bajar la contaminación en un 30%, ha incrementado las ventas del pequeño comercio y es un modelo recomendado por la ONU". Además, Sanz ha reprochado a ERC y PSC que se hayan apuntado al "negacionismo y retardismo" de Junts y ha apuntado que eso "sale muy caro para la salud de las personas", añadiendo que las zonas verdes de los interiores de manzana "no reducen la contaminación".
No se revertirán las supermanzanas
En todo caso, la votación en este plenario no supondrá el parón de las obras actuales, sino solo el paro de nuevas licitaciones y proyectos, pero en todo caso, allana el camino a un futuro gobierno municipal surgido de las elecciones de mayo, que evitará así encontrarse hipotecado por nuevos proyectos de supermanzanas y podrá "fer foc nou", como ha asegurado Martí Galbis. En el mismo pleno, Valents ha presentado otra proposición que exigía la "reversión" de la Supermanzana del Eixample de manera inmediata que no ha prosperado.