La justicia ha tumbado las restricciones de los horarios de las terrazas de la plaza del Sol de Barcelona, situada en el distrito de Gràcia, una vez el Juzgado Contencioso Administrativo número 12 de Barcelona ha dado la razón al Gremio de Restauració y ha decretado la anulación, según ha adelantado 'El Periódico'. La sentencia, que no es firme, ya ha sido recurrida por el Ayuntamiento de Barcelona, que mantendrá las restricciones, y por lo tanto ahora el caso pasará al Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC). Hay que tener presente que también están judicializadas otras restricciones horarias en la plaza de la Revolució, la calle Enric Granados y en la zona del Triángulo Golfo.

En todo caso, el Gremi de Restauració de Barcelona considera que ha triunfado una vez el juez no ha visto lo suficientemente acreditada la tesis municipal según la cual las terrazas son responsables directas de los problemas de ruido que se vive en la plaza. Según el medio citado, el Gremi de Restauració considera que la sentencia, notificada a las partes el 5 de febrero, concluye que "el Ayuntamiento no demostró que las terrazas fueran las responsables del exceso de ruido". En cambio, esta patronal considera que ha sido capaz de acreditar que las mediciones acústicas "no se llevaron a cabo conforme a la normativa vigente". De hecho, la sentencia explica que "si los sonómetros se hubieran colocado donde señala la normativa", se habrían medido ruidos no procedentes de las terrazas, reconociendo así que el ruido ambiental procede de varias fuentes y no solo de las terrazas.

Por su parte, fuentes del Ayuntamiento de Barcelona citadas por Europa Press han apuntado que ya se ha presentado recurso, señalando que, como la sentencia no es firme, la restricción continúa vigente. Además, desde el distrito de Gràcia se seguirá velando por su cumplimiento. Las mismas fuentes han recordado que el decreto de reducción horaria de las terrazas de esta plaza tiene como objetivo mejorar la convivencia y reducir el impacto acústico de esta actividad, y por eso ordenaba el adelanto del cierre a las 23 horas entre semana y a medianoche el fin de semana.

Asimismo, desde el consistorio se defiende que las medidas sonométricas se realizaron "correctamente" siguiendo la normativa vigente, y que cuándo se hicieron se constató la superación tanto de los valores límite máximos permitidos como el número de días que se pueden superar estos valores. Finalmente, el Gremi de Restauració ha recordado que esta "no es la primera victoria judicial", ya que en 2023 se revocaron dos decretos de Ciutat Vella.