En el marco de las protestas en contra de la ocupación de buena parte del parque de Joan Miró, en el distrito del Eixample de Barcelona, como espacio logístico de las obras de prolongación de la L8 de Ferrocarrils de la Generalitat de Catalunya (FGC), una vecina fue multada con una sanción de 500 euros por haber efectuado una pintada en la valla perimetral que delimita la zona afectada de este parque popularmente conocido como del Escorxador. Finalmente, como ha informado este fin de semana la plataforma Salvem el Parc Joan Miró, la multa ha sido levantada después de la presentación de varias alegaciones.

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Según ha comunicado la plataforma, "la vecina que hizo la pintada de un árbol en una valla provisional de las obras del parque Joan Miró" ha recibido ya una resolución del Ayuntamiento de Barcelona donde se le comunica "que se anula la sanción y que se archivan las actuaciones practicadas". La misma entidad vecinal señala que la condonación de la multa "es un éxito colectivo del cual nos tenemos que felicitar resultado de la lucha y de la solidaridad vecinal", razón por la cual da por cerrado "un lamentable y esperpéntico episodio que nunca se hubiera tenido que iniciar".

Pintadas de protesta

Hace falta recordar que, ante del anuncio del inminente inicio de la tala de árboles en el parque y la instalación de vallas perimetrales a mediados de julio del año pasado, aparecieron varias pintadas de grandes dimensiones en la calle Tarragona con los lemas 'Defensem el parc', 'Salvem l'arbreda' y 'Les obres a la Fira', apuntando a una posible ubicación alternativa de la zona logística de obras, finalmente descartada. Fue en este contexto que una de las vecinas fue sancionada por pintar un árbol como protesta por el inicio de las obras de la prolongación de la L8 de FGC entre las estaciones de Plaça Espanya y Gràcia.

En todo caso, las protestas no han evitado que buena parte del parque de Joan Miró haya sido ocupado como zona logística de las obras, donde se prevé que se recojan los materiales de extracción del túnel que tiene que recorrer el nuevo tramo de la L8 desde Plaça Espanya hasta Gràcia con dos estaciones intermedias en Hospital Clínic y Francesc Macià. Estas obras, además, ya afectan de forma importante a la calle Urgell, donde ya se ha empezado a trabajar en los pozos de las futuras estaciones intermedias y que, de momento, incluye cortes al tráfico que tendrán una duración mínima de dos años.