El líder nenonazi catalán, Alberto Bruguera, ha expresado su voluntad de indemnizar a los titulares de la mezquita de Nou Barris de Barcelona por el ataque que encabezó contra su abertura en el 2017, a cambio de no entrar en la prisión. Así lo ha manifestado en la Audiencia de Barcelona, este martes, en una vista de preacuerdo. También lo han hecho el resto de los 14 acusados, que eran miembros y exmiembros del partido ultra Democracia Nacional, menos uno que no se ha presentado. Inicialmente, la Fiscalía de Delitos de Odio de Barcelona pedía para Bruguera 10 años de prisión por los delitos de coacciones e incitación al odio por motivos religiosos y los delitos leves de amenazas y lesiones, que ahora puede ver rebajado si paga la cantidad establecida. El resto de acusados se enfrentaban a penas de 6 y 3 años de prisión. La Fiscalía les reclamaba que indemnizaran a la comunidad islámica de Nou Barris con 30.000 euros, que ahora ha rebajado y ha individualizado en función de los delitos imputados. Entre los acusados también está Juan de Haro, de las juventudes de Democracia Nacional, que se enfrenta a una pena mínima por haber difundido los ataques a la mezquita.
Los 15 acusados del ataque a la mezquita de la calle Japón de Barcelona tienen hasta el próximo 19 de octubre para abonar en una cuenta del juzgado las cantidades acordadas para indemnizar a la comunidad islámica. Todos se han comprometido ante un tribunal de la sección 10 de la Audiencia de Barcelona, vista excepcional que se ha registrado. El juicio será el 2 de noviembre y si todos cumplen será una vista rápida, de conformidad.
Dos atenuantes
La Fiscalía y el Ayuntamiento de Barcelona, que son las acusaciones personadas, han aceptado no pedirles más de 2 años de prisión por cada uno de los delitos, al aplicarlas las atenuantes de reparación del daño y de dilaciones indebidas. Eso implicará que les evite la entrada en la prisión. Bruguera tiene una condena mínima por una manifestación catalanófoba, pero todavía no es firme y no le cuenta como antecedentes.
Actos de boicot
Los ataques tuvieron lugar de marzo del 2017 a marzo del 2018, según el escrito de acusación provisional de la Fiscalía. Primero, algunos vecinos protagonizaron caceroladas en contra de la apertura de este centro religioso, pero después se unieron a las protestas personas de esta formación ultra que venían otros lugares de la ciudad. Las concentraciones cogieron un carácter más agresivo. Según remarca la Fiscalía, se perpetraron pintadas como una cruz celta, las siglas SS, un escudo preconstitucional o un escrito con el mensaje: "Todo por la patria, ayer como hoy España no se rinde". Otras pintadas que se escribieron en las paredes del centro religioso fueron "mezquita no" o "terroristas". También, se colgaron carteles con la consigna: "Stop Islamización de nuestros barrios". Además, se protagonizaron manifestaciones constantes delante de las puertas de la mezquita donde se daban gritos a favor del líder nazi Adolph Hitler. Asimismo, se causaron desperfectos en el centro, así como se puso silicona en las cerraduras de las persianas para que no se pudieran abrir.
La última acción se registró 9 de marzo del 2018, cuando un grupo de personas, entre ellos los acusados, acudieron a las puertas del centro, que entonces ya estaba abierto, provistos de guantes, piedras, banderas, cruces cristianas y espráis de defensa personal. "Se concentraron delante de la mezquita de la calle Japón para doblar el libre ejercicio del derecho fundamental de la Libertad Religiosa", manifiesta el escrito del ministerio fiscal, donde también se detalla que se instalaron cruces cristianas ante el centro religioso y llamaron consignas como: "España cristiana y no musulmana, España una y no 51" o "La solución, un buen jamón".