El Parlament de Catalunya ha instado este miércoles al Govern, a propuesta del PSC, a finalizar las obras de la línea 10 del metro en el tramo de la Zona Franca. El objetivo es que pueda entrar en funcionamiento de manera íntegra en el 2017 y abrir 10 estaciones: Provençana, Ildefons Cerdà, Foneria, Foc Cisell, Motors, Zona Franca Litoral, Zona Franca Port, Zona Franca ZAL, Nova Zona Franca i Polígon Pratenc.
La postura ha sido unánime, aunque el Ejecutivo de Carles Puigdemont había hablado hace unas semanas, coincidiendo con la inauguración de la L9 hacia el Aeropuerto del Prat, de obras para su funcionamiento parcial de aquí un año. "Era una opción claramente insuficiente, ya que no daba respuesta ni a las necesidades de la zona ni a las reivindicaciones de los vecinos y vecinas", ha criticado al portavoz de los socialistas en la Comissió de Territori, Jordi Terradas.
La denuncia del PSC ha girado en torno al hecho de que las personas de las zonas afectadas "habían soportado años de obras". En algunos casos, incluso, "podrían haber llegado al extremo que los convoyes pasaran por debajo de su casa, pero no tuvieran una estación en servicio". Por eso, Terradas ha anunciado que desde su grupo se hará un seguimiento específico del tema para evitar que el Govern "incumpla".
30 años de espera
Los vecinos de la Zona Franca hace treinta años que esperan que el Metro les llegue al barrio. Son, a estas alturas, en torno a 32.000 vecinos que no tienen acceso a este transporte público. Aunque el proyecto se detuvo con buena parte del trazado acabado, la crisis lo frenó por completo.
La reivindicación se activó de nuevo con Ada Colau como nueva alcaldesa de Barcelona, que en octubre del 2015 ya mostró la predisposición del consistorio a colaborar con la financiación de la obra, que requiere 170 millones de euros para acabarla definitivamente. Pero fue por sorpresa que el nuevo conseller de Territori, Josep Rull, aseguró en febrero de este año que el Govern se pondría las pilas con esta infraestructura.
El dinero todavía no se ha concretado de dónde provendrán, porque Rull no precisó. Además, el anuncio cogió por sorpresa al equipo de Barcelona en Comú aunque desde la Generalitat se afirmara que había habido encuentros en los que se había puesto sobre la mesa el reparto del importe.