La renovación integral del mercado de la Abaceria Central de la Vila de Gràcia es una más de las obras que se eternizan en Barcelona. En este caso, han pasado ya cinco años desde que el mercado se trasladó al paseo de Sant Joan, donde desde el 2018 vive en una situación de provisionalidad permanente, mientras que en el solar donde estaba el antiguo mercado solo queda en pie la estructura metálica original, que el Ayuntamiento de Barcelona prevé eliminar para hacer una réplica supuestamente idéntica pero con materiales más modernos y consistentes. Aparte del movimiento vecinal que reclama que se abandone la idea de rehacer el mercado y se destine el espacio a plaza pública, al gobierno municipal se le abre un nuevo frente de oposición: expertos en el legado arquitectónico se oponen frontalmente a que se elimine la estructura original.
Hay que tener en cuenta que el mercado de la Abaceria Central fue inaugurado en el entonces municipio de Gràcia en el año 1892, en un momento en que la arquitectura del hierro se hacía presente en todas partes, con obras como el mercado de Sant Antoni, en Barcelona (1882) o la célebre Torre Eiffel, en París (1889). La Abaceria, sin embargo, fue encargada a un arquitecto e ingeniero innovador, Juan Torras Guardiola, que optó por una arquitectura eficiente donde más allá de la búsqueda de la monumentalidad, lo que resalta es su funcionalidad. "Es la obra maestra de Torras", afirma Ramon Graus, profesor de Historia de la arquitectura y la construcción en la Universidad Politécnica de Catalunya (UPC).
"Primero lo tendrían que descatalogar"
En conversación con elNacional.cat, Graus recuerda que el mercado de la Abaceria está incluido en el Catálogo de Patrimonio Arquitectónico del Ayuntamiento de Barcelona como Bien con elementos de interés y nivel de protección C, lo cual implica necesariamente que cualquier intervención tiene que "promover el mantenimiento de la volumetría y de la estructura metálica configuradora", y por eso apunta que es una "contradicción" que esté catalogado y al mismo tiempo lo quieran tirar al suelo: "Primero lo tendrían que descatalogar, y por eso lo tendrían que llevar al pleno", señala, para añadir que dentro de los planes de renovación del mercado, "da la sensación que la estructura molesta", especialmente para facilitar la excavación de las tres plantas de sótano previstas.
En este sentido, hay que recordar que en diciembre de 2021 el Ayuntamiento ya adelantó que la renovación comportaría la eliminación del esqueleto metálico original y su réplica con materiales modernos que soporten la nueva estructura y cumplan los requisitos técnicos actuales, una actuación que ya se llevó a cabo en la renovación del Mercat de la Barceloneta y de manera parcial en el de Sant Antoni. Más cerca en el tiempo, en noviembre de 2022, el gobierno municipal dio a conocer un proyecto más actualizado que liberaba una parte del espacio en superficie para ocurrir plaza pública y que incorporaba un supermercado en el sótano. En este nuevo proyecto se mantenía la eliminación y réplica de la estructura y se apuntaba la intención de empezar la obra el segundo trimestre de 2023, es decir, a partir del próximo mes de abril.
"La estructura es capaz de aguantarse a sí misma"
Ante esta inminencia, varios expertos han empezado a lanzar gritos de alerta ante lo que sería "un grave error", según opinión del arquitecto y profesor de estructuras David Garcia Carrera, que en declaraciones a este medio defiende que la estructura es "una joya y se tiene que conservar", y por eso reclama que se "rehabilite". "La estructura es capaz de aguantarse a sí misma", señala Garcia Carrera, que añade que, en todo caso se podría integrar en un nuevo proyecto con un carácter "menos funcional y más escultórico". De hecho, tanto Grau como Garcia Carrera defienden la excepcionalidad de la obra de Torras Guardiola, el cual también hizo el andamio del monumento a Colón, una obra singular e innovadora que permitió levantarlo con una estructura tipo mecano y que en su momento fue la construcción más alta de Barcelona.
"Torras hacía estructuras esbeltas y ahora habría que encontrar soluciones complementarias, pero el material es el mismo hierro que la torre Eiffel y no la quitarán, ¿verdad?", apunta Grau, que insiste en que lo que hace falta es restaurar y como mucho sustituir alguna parte nueva, pero en ningún caso hacer una réplica. De la misma opinión es Garcia Carrera, que señala que no se puede comparar este caso con la réplica del pabellón Mies van der Rohe: "En 1929 se cometió un grave error de perspectiva al valorar la obra de Mies y fue un grave error desmontarla, y por eso fue un acierto replicarlo, pero es que aquí el error todavía no se ha cometido y tenemos la perspectiva y el conocimiento para no cometerlo".
"Como derribar la Casa Batlló para hacer una igual"
De la misma opinión es el arquitecto y profesor universitario Robert Brufau, que en conversación con elNacional.cat reivindica la obra de Torras Guardiola "porque el modernismo y toda la arquitectura de finales del siglo XIX y principios del XX pasa por él". De hecho, Brufau recuerda que la estructura de la Abaceria "es una pieza clave y derribarla sería un sacrilegio". En este sentido, el arquitecto recuerda que Torras Guardiola fue maestro de arquitectos lo suficientemente importantes como Antoni Gaudí y Rafael Guastavino, y por eso lamenta la intención del Ayuntamiento de derribar la estructura original. De hecho, apunta que ya se perdió patrimonio arquitectónico con el derribo del antiguo mercado del Guinardó, y por eso reclama que eso no vuelva a pasar.
"No entiendo que lo derriben para hacer una estructura igual, es cómo derribar la Casa Batlló para hacer una igual", apunta Brufau, que considera que el gobierno municipal lo que tiene que hacer es "reparar, arreglar o incluso sustituir parcialmente" la estructura original y apunta que hay métodos constructivos que hacen perfectamente posible construir las tres plazas de sótano previstas sin derribar la estructura. "Hay que mantener la estructura, aunque se tenga que gastar el mismo dinero que hacerla nueva", apunta, para añadir que "hay que hacer justicia con Torras Guardiola", a quién Brufau pone "al mismo nivel que Domènech i Montaner, Puig i Cadafalch y Gaudí".
Derribar la estructura sería "una aberración"
Quien también defiende el mantenimiento de la estructura es Assumpció Feliu Torras, doctora en historia del arte y vicepresidenta de la Associació del Museu de la Ciència i de la Tècnica i d'Arqueologia Industrial de Catalunya, editora del libro La Barcelona de ferro. A propòsit de Joan Torras Guardiola y, además, bisnieta de Torras Guardiola. "Me siento responsable ante la historia de defender esta obra", asegura en conversación con elNacional.cat, para destacar que derribar la estructura sería "una aberración". De hecho, recuerda que otros equipamientos, como el Museo del Ferrocarril de Catalunya, en Vilanova i la Geltrú, se pudo rehabilitar "conservando todas las estructuras originales".
De hecho, Feliu reclama para la Abaceria "un mercado más ligero", que permita mantener "las estructuras originales", y recuerda que se trata de un edificio con una catalogación que hay que respetar. "La Abaceria Central merece un respeto", insiste, para añadir que fue un fuerte golpe enterarse de la intención del Ayuntamiento de "trinchar las estructuras originales". Además, como apunta Grau, la idea de hacer una réplica es, como mínimo, "una interpretación laxa de la normativa", ya que no entiende que al mismo tiempo "se diga que se tiene que proteger y la quieran desmontar". Por su parte, Garcia Carrera reivindica a Torras Guardiola como "figura clave de la arquitectura y gran introductor de la estructura metálica en Catalunya, contemporáneo y competidor de Gustave Eiffel" y el mercado de la Abaceria como una "obra destacada y única". "Nos estamos equivocando si no evitamos este error", concluye. "Sería una barbaridad", remacha Brufau.