El alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, recibió el jueves por la noche en el Ayuntamiento de Barcelona en el Mago Pop, artista que ha vuelto a la ciudad tras una gira mundial exitosa. El ilusionista, que la semana que viene será nombrado Ramblista d'Honor, es un valor al alza en la ciudad, porque ha apostado por revitalizar el Paral·lel con la adquisición del Teatre Victòria, razón por la cual no está nada fuera de lugar que la primera autoridad de la ciudad lo reciba con todos los honores en la Casa Gran. De hecho, el mismo Collboni celebró que el Mago Pop vuelva "a Barcelona con toda su magia después de conquistar el mundo con su espectáculo". "¡Como nos muestra el Mago Pop, la cultura y el arte nos dan el poder de soñar y creer en lo imposible!"
Ahora bien, si la recepción está fuera de toda duda porque el ilusionista se lo merece, lo que sí ha sido fuertemente criticado ha sido la fotografía que ha escogido el alcalde para ilustrar el hecho, donde se ve a los dos protagonistas en la galería del edificio histórico de la Casa Gran en compañía de dos banderas, la de Barcelona y la de España. La ausencia de la bandera catalana no ha gustado todo el mundo:
Y es que la ausencia de la senyera, cuando menos, en la imagen distribuida por el alcalde, ha generado una lluvia de críticas y también de todo tipo de bromas sobre la posibilidad que haya sido el mismo Mago Pop, en tanto que acreditado ilusionista, el que habría hecho desaparecer la senyera con uno de sus aplaudidos juegos de manos.