La losa de la Ronda de Sant Antoni tiene, sino los días, los meses contados. Si la semana pasada el Ayuntamiento de Barcelona anunciaba que reculaba en sus intenciones de aplicar una intervención táctica, este jueves la segunda teniente de alcaldía, Janet Sanz, ha confirmado que este mismo año, eso sí, a finales, se empezarán los trabajos para retirar la base de cemento que ha sido el epicentro de las polémicas que ha habido los últimos meses por la instalación de mercados de la miseria, donde se comerciaba con productos recuperados de la basura o provenientes de robos, provocando reiteradas protestas de vecinos y comerciantes.
Sanz, que ha hecho estas declaraciones en el marco de la presentación del Model, Festival d'Arquitectures, ha señalado que ya se ha trasladado a los vecinos la "necesidad de actuar en este espacio", razón por la cual ha afirmado que "a finales de año podríamos empezar las obras de retirada de la losa" y ha indicado que en la actualidad ya no hay "la misma situación que en 2018", cuando se decidió mantener la losa para usos vecinales. "Queremos acelerar al máximo para que una vez acabe la retirada de la losa empiece la reurbanización de la zona", ha indicado Sanz, que ha querido añadir que, en todo caso, la resolución de los problemas de este sector "no es sólo cuestión de una actuación urbanística".
Descartada la intervención táctica
Con esta determinación queda totalmente descartada la intervención táctica provisional anunciada en mayo de 2021, que básicamente suponía repintar la losa y dotarla de nuevo mobiliario urbano, para ponerse a trabajar en una reforma definitiva que resuelva el problema de la losa de cemento que durante años sirvió de base al entoldado que acogía los puestos del mercado de Sant Antoni durante el larguísimo proceso de reforma. De hecho, el pasado 14 de febrero, el concejal del Eixample, Pau González, admitió "cierto malestar vecinal", por lo cual renunciaba a una reurbanización que debía empezar este mismo mes de febrero y la cual tenía un coste de 750.000 euros.
El mismo González se comprometió a tener terminado o en proceso de redacción el proyecto final antes de las próximas elecciones, pero lo que queda claro ahora es que la losa desaparecerá en los próximos meses. Mientras tanto, el Ayuntamiento se ha comprometido con la Plataforma de Afectados por la Losa de Sant Antoni a reforzar la seguridad y la limpieza y, además, hacer un seguimiento desde los Servicios Sociales para atender a las personas del llamado "mercado de la miseria", un foco de pequeña delincuencia que ha generado quejas de comerciantes y vecinos.