Cuando quedan pocos días para la conmemoración del quincuagésimo aniversario de la muerte por ejecución en el garrote vil de Salvador Puig Antich, acto que tendrá lugar el próximo 2 de marzo, crecen los temores acerca de que la antigua sala de paquetería, el espacio donde fue asesinado, desaparezca en el marco de la reforma de todo el antiguo complejo penitenciario, que prevé destinar a equipamiento residencial el edificio donde está situada esta sala, que desde que se recuperó la prisión para la ciudadanía, de manera espontánea, se ha convertido en un espacio de recuerdo y homenaje. Aunque en el futuro complejo se reservará una de las galerías como espacio memorial, en el proyecto 'Model, batega!', según el cual se transformará todo el espacio, no está previsto conservar la sala de paquetería como elemento singular.

Imagen icónica de Salvador Puig Antich, ejecutado en la prisión Model de Barcelona el 2 de marzo de 1974

Ante esta posibilidad de desaparición, el grupo municipal de ERC en el Ajuntament de Barcelona tiene previsto enviar una petición a la comisión de Cultura, prevista para el martes 13 de febrero, para reclamar al gobierno municipal que se implique en la preservación de la sala de paquetería como espacio dedicado al joven militante libertario y en memoria del resto de los presos del centro penitenciario ejecutados durante la dictadura franquista. En este sentido, el portavoz de ERC en el Ajuntament, Jordi Castellana, ha asegurado, en declaraciones en ElNacional.cat, que "el proyecto actual de remodelación de la Model, del anterior gobierno de los comunes, prevé la desaparición del espacio donde fue ejecutado Puig Antich".

"Cuando desde ERC decimos que Barcelona no puede perder su identidad, también nos referimos a cosas como estas", señala el portavoz, que asegura que presentarán la petición para "preservar este espacio y hacer un memorial para Salvador Puig Antich y para todos los demás ejecutados durante la dictadura". "Todo esto también es Barcelona", ha insistido Castellana, que asegura que "la ciudad no puede seguir borrándose y no podemos derribarlo todo, porque hacerlo también significa perder Barcelona".

Memorial de la plaza de Salvador Puig Antich, en el barrio de Roquetes / Foto: Jordi Palmer

Desde que la prisión se recuperó para la ciudadanía, la sala de paquetería, donde se conserva el cuadrado en el suelo donde estaba instalado el garrote vil, se ha convertido en uno de los espacios de memoria del complejo, utilizado para recordar a Puig Antich y al resto de ejecutados. En julio de 2018, Òmnium Cultural celebró una velada a favor de los presos políticos y exiliados en el marco de la cual colocó una vela en el sitio donde fue ejecutado en 1974 Salvador Puig Antich mediante garrote vil. Hay que recordar que en la actualidad, y aparte de este memorial improvisado, Barcelona solo tiene un espacio dedicado a Puig Antich en el barrio de Roquetes, con un mirador que, en todo caso, queda muy justo para dignificar a alguien que forma parte del imaginario antifranquista barcelonés.