La estación intermodal de la Sagrera viene de lejos y va para largo, se iniciaron en 2009 y la última fecha de finalización prevista es tan líquida como "a partir de 2025". Al menos, después de años de parálisis, desde que se reanudaron las obras en 2018, que poco a poco se van cumpliendo varios hitos que permiten ver, ya que se trata de una instalación ferroviaria, la luz al final del túnel. Según ha anunciado este lunes la ministra de Transportes y Movilidad, Raquel Sánchez, a partir de agosto empezarán los trabajos para permitir que, en otoño, los trenes de la R2 de Rodalies, los que van o vienen de Granollers, pasen ya por los andenes, de momento vacíos, de la futura estación de la Sagrera.
Aunque todavía queda mucho trabajo por hacer para finalizar la obra en conjunto, y todavía más para urbanizar todo su entorno en un parque lineal que tendrá que ser de los mayores de Barcelona, lo cierto es que poco a poco se van notando las mejoras. Desde diciembre de 2020 que los trenes de la R1, los que van por el Maresme, ya pasan por el interior de la estación de la Sagrera -no confundir con Sagrera-Meridiana-, y se espera que en el tramo final de este mismo 2022 se inaugure la estación de Sant Andreu Comtal -Sant Andreu a secas según la nueva nomenclatura.
Ahora, hay que añadir que a partir de agosto y con una duración de 12 semanas, se harán los trabajos para permitir que los trenes de la R2 pasen por la estación de la Sagrera, paso necesario para poder proseguir con la construcción de la futura estación y también imprescindible para hacerlos pasar por las nuevas vías de Sant Andreu Comtal, ahora subterráneas. En una comparecencia ante los medios en las profundidades de la futura estación, la ministra Sánchez ha recordado que los trabajos de toda la infraestructura -con cuatro ejes: el tendido de vías, la estación intermodal, la estación de Sant Andreu Comtal y el colector de la Rambla Prim- ya están "realizados en un 60%", ya que todos ellos "han pasado el ecuador".
Interrupción de la R2
Con todo, para conseguir que los trenes de la R2 emboquen el nuevo camino por la estación subterránea de Sant Andreu Comtal y la Sagrera, habrá que cortar esta línea durante un periodo de doce semanas desde finales de agosto. Durante este periodo, los trenes de la R2 procedentes de Granollers se detendrán en la estación actual de Sant Andreu Comtal y no seguirán su recorrido hasta el centro de Barcelona. Una vez finalizados los trabajos, se podrá inaugurar la nueva estación de Sant Andreu y los trenes, pasando por los andenes vacíos de la Sagrera, seguirán con normalidad en dirección al centro de la ciudad.
Todo ello será sólo otro impulso a la estación intermodal, que todavía está pendiente de muchas más obras, ya que tiene que incluir el paso de los trenes de alta velocidad, la llegada de las líneas de metro 4, 9 y 10 y el funcionamiento de una estación de autobuses interurbanos, además de realizar los accesos en coche y, finalmente, convertir toda la cicatriz ferroviaria que separa Sant Andreu de Sant Martí en un importante parque urbano. De todo eso, lo más aproximado que se ha atrevido a decir a la ministra ha sido, simplemente, "a partir de 2025". La pugna con la finalización de la Sagrada Familia está servida.