En torno a 600 personas, según la Guardia Urbana, se han manifestado este sábado por la tarde en Barcelona para denunciar la infiltración de un agente del Cuerpo Nacional de Policía (CNP) en movimientos sociales del barrio de Sant Andreu. La Cinètika, el centro ocupado donde se infiltró el policía español, ha sido quien ha convocado la movilización bajo el lema "Espionaje sin escrúpulos, solidaridad sin límites", que ha empezado hacia las cinco y media de la tarde en los Jardinets de Gracia, ha continuado por el paseo de Gracia y después por la calle Rosselló hasta el cruce de las calles Bailén y Diputació, cerca del Departamento de Interior, donde han leído el manifiesto. Los manifestantes han proseguido hasta el Arco de Triunfo, donde han llegado más de dos horas después del inicio de la marcha.

Se trata de la segunda protesta organizada esta semana para denunciar la infiltración, después de que el miércoles se hiciera una marcha en el barrio de Sant Andreu del Palomar que reunió a un millar de personas. Desde La Cinètika han querido convocar a todas las organizaciones afines a esta nueva protesta para mostrar el rechazo a unos hechos que han sucedido a Sant Andreu, pero que podrían afectar movimientos sociales de toda la ciudad y del país. Casales, asambleas, ateneos y otros espacios y organizaciones vecinales de toda Barcelona han asistido a la manifestación, que también ha recibido el apoyo de sindicatos como el SEPC o la CGT, y también de la CUP

Desde el primer momento ha habido una fuerte presencia policial, y algunos asistentes han denunciado que los han registrado e identificado antes del inicio de la marcha. La movilización se ha desarrollado sin incidentes hasta que, al llegar al paseo Sant Joan, a la altura de la plaza Tetuán, un grupo de encapuchados ha vandalizado tres cajeros con pintadas y destrozos. 

Los manifestantes señalan como responsable Grande-Marlaska

Durante el recorrido, los manifestantes han pegado carteles con mensajes de denuncia sobre la infiltración "infiltrado, violador, orquestado por Interior", o "cuanto más infiltradas, más juntas y reunidas" y se han oído reivindicaciones feministas como "me cuidan las amigas, y no la policía" o "la violencia policial es violencia patriarcal". Algunos han llevado caretas del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, a quien han señalado como responsable directo con un cántico: "ministro de Interior, cómplice y torturador"