Las obras de rehabilitación y museización de las Cases Barates del Bon Pastor, en el distrito de Sant Andreu, ya han empezado, con la previsión de finalizarlas dentro de un año, en enero del 2023. La actuación forma parte del Pla de Barris de Sant Andreu y cuenta con un presupuesto de 2,3 millones de euros. Las obras contemplan la rehabilitación de una manzana de casas, la única que ha sobrevivido a la transformación del barrio, ya que todo el resto se han convertido en bloques de pisos, y acogerá un nuevo equipamiento para los vecinos además de un espacio museo para explicar cómo ha evolucionado la vivienda obrera en Barcelona y la vida del vecindario del Bon Pastor.
Según ha informado el Ayuntamiento de Barcelona, en total se rehabilitarán 16 casas: cuatro a mantener y rehabilitar como casas museo ambientadas en diferentes momentos históricos; cuatro más se destinarán a espacios expositivos de la historia de la vivienda de Barcelona, y las otras ocho para el programa funcional de equipamiento de barrio y el resto del espacio museo (salas de reuniones, espacios de trabajo, espacios de aula y salón de actos, archivo...). En la actuación se tendrá el máximo respeto por la conservación de la imagen exterior e interior del conjunto, a la hora de dar respuesta a las necesidades que plantea el nuevo programa funcional, ya que el edificio es un testimonio de la historia de la vivienda del siglo XX.
El conjunto de las casas baratas se construyó el año 1929 promovido por el 'Patronato de la habitación' y bajo el nombre de Milans del Bosch, al mismo tiempo que tres otros barrios, Eduardo Aunós en la Zona Franca, Baró de Viver también en el actual Sant Andreu y Ramon Albó -hoy Can Peguera, en el actual Nou Barris-. El Bon Pastor estaba integrado por un total de 784 viviendas en planta baja, agrupadas en islas rectangulares con dos tipologías: viviendas en medianera y de esquina, y se organizaba con una red de calles ortogonales. Cada vivienda disponía de tres dormitorios, un espacio de cocina/comedor y un patio con un espacio cubierto donde se ubicaban el lavabo y la salida.
Contexto social y económico
El proyecto de museo busca recordar aquel momento de la historia urbanística de la ciudad, que no se explica sin el contexto social y económico del momento, cuando la construcción de este tipo de barrios buscaba acoger chabolistas desalojados de Montjuïc con motivo de la celebración de la Exposición Universal de 1929, alojar las oleadas de inmigrantes llegados a la ciudad con motivo de las obras de la misma exposición y al mismo tiempo concentrar a los obreros en espacios periféricos para asegurar mejor su control. De hecho, el Bon Pastor está hoy rodeado de polígonos industriales. El Bon Pastor, así como el barrio de Baró de Viver, se construyeron, de hecho, dentro del término municipal de Santa Coloma de Gramenet, que posteriormente sería agregado a Barcelona.
El emplazamiento del nuevo equipamiento es la isla situada entre las calles de Barnola, Tàrrega, Bellmunt y Claramunt y lo forman 16 viviendas. La propuesta da mucha importancia al hecho de respetar y valorar el patrimonio del edificio existente y al mismo tiempo dar respuesta a las necesidades que plantea el nuevo programa funcional del museo. El nuevo uso será respetuoso con la arquitectura original de las casas baratas, que se define por su fragilidad y sencillez constructiva y tipológica, característica de las circunstancias que originaron su construcción. El proyecto también prevé incorporar la gestión comunitaria del espacio en estrecha colaboración con el MUHBA, el distrito, y las entidades del barrio, de forma especial con la Asociación de Vecinos y Vecinas del Bon Pastor y su vocalía de Memoria Histórica.
La remodelación del barrio de las Cases Barates del Bon Pastor empezó en el año 2005 con la construcción de nuevas viviendas y zonas verdes y accesibles. Era el inicio de una importantísima transformación urbana en este distrito de la ciudad que ahora avanza hacia su conclusión. La primera fase acabó en el año 2006, cuando se entregaron los primeros 152 nuevos pisos; la segunda fase finalizó el año 2010, con la entrega de 190 pisos más, y la tercera fase, con 167 viviendas, se concluyó en el 2017. La cuarta fase empezó el pasado mes de junio y contempla la entrega de 224 pisos y más zonas verdes. En total, se habrán construido un total de 754 pisos para los afectados urbanísticos. Cada una de estas fases ha comportado la urbanización de una nueva zona del barrio. La urbanización de la cuarta fase se ha definido a través de un proceso participativo para recoger las aportaciones vecinales, y tendrá un impacto mayor que las anteriores, ya que afecta a un espacio mayor.