En un noviembre marcado, desde el punto de vista del transporte público, por la inauguración del nuevo tranvía entre las plazas de les Glòries y Verdaguer por la avenida Diagonal de Barcelona, prevista para el sábado 9 de noviembre, llega a las librerías la cuarta entrega de la serie de libros sobre la historia del tranvía del editorial Miradorllibres. Después de Tramvies del llano de Barcelona I (1872-1899) y Tramvies del llano de Barcelona II (1899-1970), y de Tramvies de Collserola, ahora Tramvies de la Costa'(Miradorllibres, 2024) ofrece una retrospectiva de la historia de los tranvías más allá de Barcelona, y concretamente los que llegaron al Maresme.

El tranvía a Badalona, a su paso por Sant Adrià de Besòs / Foto: Miradorllibres
El tranvía de Tiana se dirige hacia la estación de Montgat en una imagen de los años 50 / Foto: Miradorllibres

De hecho, la red del tranvía histórico de Barcelona tuvo una prolongación importante en dirección a la costa del Maresme pasando por Badalona, todavía en el Barcelonés, y llegado hasta Montgat y Tiana, además de una línea independiente, igualmente histórica, que conectó los municipios de Mataró y Argentona. Obra de Gerard Roger como el resto de libros mencionados, Tramvies de la Costa se centra en la evolución de la red tranviaria más allá de la capital catalana que, a pesar de su autonomía, se desarrolló en paralelo a la de Barcelona y tuvo el mismo final, con la desaparición a finales de los años sesenta del siglo XX, un poco antes que en Barcelona, donde el último tranvía desapareció en 1971.

Portada del llibre 'Tramvies de la costa' / Foto: Miradorllibres

Con gran profusión de fotografías históricas, el libro explica, a través de sus 90 páginas, cómo muy pronto se vio el interés por desplegar tranvías para llegar a los municipios costeros al norte de Barcelona, por una parte, para favorecer la movilidad de los trabajadores en poblaciones industriales como Badalona y Montgat, y de la otra para llegar a pueblos de veraneo situados en el interior de la comarca, como Tiana y Argentona. En este contexto, en mayo de 1887 llegó el primer tranvía a Badalona proveniente de Barcelona y atravesando el todavía municipio independiente de Sant Martí de Provençals y el de Sant Adrià de Besòs. Un hito conseguido, eso sí, cuando ya hacía quince años que había tranvías en la capital de Catalunya. En 1903, el mismo medio de transporte llegó a Montgat, y en 1916 a Tiana. Cabe decir que Montgat en aquel momento formaba parte del municipio de Tiana, del cual se emancipó en 1933.

Mataró-Argentona, una línea autónoma

Ahora bien, mientras los tranvías anteriores mantenían, de forma directa o indirecta, una conexión con la red de tranvías de Barcelona, un poco más arriba del Maresme apareció una línea singular, desvinculada del resto. Se trataba del tranvía de Mataró a Argentona, que entró en servicio en 1928 y que, como pasaba con los vehículos que llegaban a Tiana, eran muy aprovechados por los veraneantes. Unos y otros, en todo caso, disfrutaron de mucha popularidad, pero como pasó en Barcelona, acabaron desapareciendo ante la influencia creciente del parque automovilístico que, por ejemplo, reclamaba no compartir espacio con el tranvía en recorridos que transcurrían por la carretera N-II, que sigue conectando Barcelona y Mataró. Eso sí, sin tranvias.