El subsuelo de la plaza de Catalunya es un laberinto de pasillos y escaleras para conectar muchas infraestructuras ferroviarias. En este punto céntrico de Barcelona coinciden cuatro estaciones, la de las líneas L1 y L3 de Metro, la de Rodalies-Renfe y la de Ferrocarrils de la Generalitat de Catalunya (FGC), en un complejo que históricamente acogió también la avenida de la Llum que configuró todo un entramado comercial que, de hecho, tenía que ser todavía mucho más grande de lo que acabó siendo. En todo caso, uno de los problemas que tiene todo el complejo de intercambio entre modos de transporte es el de la accesibilidad, un punto donde el departamento de Territori ha decidido ponerse manos a la obra.

💡 La galería subterránea que pasó de la luminosidad a la sordidez

Según ha informado este lunes el departamento de Territori, Habitatge y Transició Ecològica, ya se han iniciado las obras para mejorar la accesibilidad en el intercambiador de Catalunya de las L1 y L3 de metro y la estación de Adif (líneas Renfe). Los trabajos, que cuentan con un presupuesto de 400.000 euros, permitirán adaptar a personas con movilidad reducida los itinerarios de correspondencia entre estas estaciones. Con esta actuación también se resuelve la conectividad de la L1 y Renfe con FGC. En concreto, las obras consistirán en la sustitución de la escalera existente en el pasillo de conexión entre la L1 y la L3 por una sucesión de rampas para garantizar la accesibilidad de todos los itinerarios de correspondencia entre estas estaciones y la de Adif, que ya están adaptadas. Esta actuación cuenta con financiación del fondo europeo Next Generation.

Afectaciones en superficie

Los trabajos que ahora empiezan comportarán, en superficie, la ocupación de un ámbito de acera en torno a la plaza de Catalunya y el cierre del pasillo donde se actuará. Quedarán abiertos dos de los tres pasillos entre la L1 y la L3. La obra en su conjunto tiene un plazo de cinco meses. Por lo tanto, a partir de abril del próximo año ya será posible, para personas con movilidad reducida, seguir itinerarios accesibles para poder hacer intercambios de sistemas ferroviarios sin tener que salir a superficie, tal como pasa actualmente. Hay que tener presente, asimismo, que mientras duren las obras, algunos de los pasillos quedarán cerrados y obligarán a los usuarios a hacer recorridos alternativos de manera provisional.

Un centro neurálgico del transporte ferroviario

Hace falta tener en cuenta, asimismo, que la plaza de Catalunya es un espacio neurálgico del transporte ferroviario, tanto desde una perspectiva histórica como actual. En esta plaza está la estación término de los FGC a Sarrià y el Vallès, así como uno de los apeaderos más importantes de Rodalies, heredero de la histórica estación de tren de Martorell. Además, la plaza de Catalunya fue el lugar donde coincidieron las dos primeras líneas de Metro de Barcelona, de las que pronto se celebrará el centenario. El Gran Metro, que en su trazado original hacía el recorrido de Lesseps a Liceu, actual L3, y el Metro Transversal, que iba desde la Bordeta a la plaza de Catalunya, actual L1.