La convocatoria de una pitada contra la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, aprovechando el pregón de inicio de las fiestas de la Mercè 2021 era lo bastante difusa como para reunir una miscelánea de grupos con una sola cosa en común, expresar su rechazo a la gestión del gobierno municipal.
La 'xiulADA' no estaba convocada por nadie en concreto pero era el reflejo de un malestar general, y a la hora de la verdad se han reunido media docena de colectivos, cada uno con sus reivindicaciones, que dentro de un cierto caos ordenado se han repartido por varios puntos adyacentes a una plaza de Sant Jaume completamente blindada por la Guàrdia Urbana y los Mossos d'Esquadra y con filtros para permitir el acceso sólo a aquellos que estaban debidamente acreditados o tenían en su poder una de las 600 reservas por asistir desde la plaza al Toc d'Inici.
Casi desde tres cuartos de hora antes del inicio del pregón, fijado para las 19 h, dar un paseo por los contornos de la plaza de Sant Jaume significaba ir encontrando pequeños grupos, primero de diez o doce personas, que poco a poco han tomado cuerpo. A la hora que Custodia Moreno ha dado inicio a su parlamento ya había al menos seis grupos diferentes, cada uno con su propia movilización, pero todos profiriendo gritos similares pidiendo la dimisión de Colau.
Independentistas y antidesahucios
Por una parte un colectivo contrario a los desahucios delante del edificio nuevísimo del ayuntamiento, en la plaza de Sant Miquel, en el otro lado de la misma plaza, otro colectivo protestando por la dictadura comunista en Cuba. En la calle Ciutat, donde entraban los invitados al pregón, un grupo variado pero suficientemente ruidoso y provisto de megafonio gritando lo que Ada Colau no se esperaba, 'Fuera Colau de nuestros barrios', todo un torpedo en la línea de flotación a una líder política que se vanagloriaba precisamente de ser la voz de los barrios.
En la calle de Jaume I han coincidido un grupo independentista y uno que protestaba contra la prostitución y, finalmente, en la calle Ferran otro grupo independentista que ha proferido gritos de 'palmeros' y 'botiflers' a las personas en que podían entrar a la plaza para disfrutar del Toc d'Inici. Finalmente, un nutrido grupo de trabajadores de betevé han hecho oír sus protestas -justo ahora están en una huelga parcial- por varios puntos de los entornos de la plaza.
Suficientemente ruidosos todos juntos aunque en conjunto difícilmente superaban a las trescientas personas, han estado silbando durante toda la duración del pregón, de lo que no se ha podido seguir absolutamente nada desde la calle.
Sorpresa final en Sant Jaume
La sorpresa final de la protesta ha tenido lugar dentro mismo de la plaza, cuando un grupo de infiltrados del sindicato CSIF, con importante presencia en la Guàrdia Urbana, ha conseguido desplegar una pancarta contra la alcaldesa hasta que sus propios compañeros les han obligado a retirarla.
Los silbidos se han oido durante mucho rato y aunque las concentraciones han sido bastante heterogéneas, el mensaje tendría que haber llegado alto y claro a la Casa Gran. Ada Colau, a pesar de la plaza blindada, difícilmente los puede ignorar.