Más de una década de obras para una infraestructura primordial de la Generalitat. Este viernes, la red de metro de Barcelona vive el crecimiento más importante de los últimos 50 años con la inauguración de la Línia 9 Sud, que conecta Zona Universitària con las dos terminales del aeropuerto pasando por l'Hospitalet de Llobregat y el Prat de Llobregat.
El nuevo tramo, de 20 kilómetros de longitud, también conecta equipamientos como Fira de Barcelona y Mercabarna. Ha costado ni más ni menos que 2.899 millones de euros de unos 16.000 de los que se habrán sufragado para el total de la línea una vez esté finalizada. Es el doble del coste del AVE Barcelona-Madrid o diez veces el presupuesto de la Conselleria de Territori y Sostenibilitat en el 2015.
El metro, por fin
La inauguración de la L9 Sud supone la puesta en servicio de quince nuevas estaciones, que incluyen seis intercambiadores con las líneas 1, 3 y 5 de Metro (Torrassa, Zona Universitària y Collblanc, respectivamente), Rodalies (Aeroport T2, El Prat Estació) y FGC (Europa Fira). Además, en el campus de la UB de Diagonal se podrá enlazar con el Trambaix.
Para el Prat de Llobregat, el 12 de febrero es un día histórico. Con cinco estaciones, sin contar las dos del aeropuerto, se cumple una reivindicación histórica para los pratenses, que hacía décadas que pedían la llegada del metro. No obstante, no todo son ventajas. La gran afluencia de estaciones y el dibujo de la línea, con forma de serpiente, hará que el trayecto desde Barcelona hasta la Terminal 1 sea de 32 minutos.
Trenes sin conductor
Sí, sin conductor. Los convoyes de la nueva Línia 9 funcionan automáticamente, y la responsabilidad de que funcionen adecuadamente será del centro de Control del Metro en La Sagrera, que los controlarán a distancia.
Macroestaciones de autor
Si hay un rasgo característico de las estaciones de la L9 Sud es su magnificencia. Para acceder a los andenes, habrá vestíbulos amplios y ascensores de gran capacidad, coordinados con la llegada de los trenes al andén. Tampoco se ha escatimado en el diseño, que se ha encargado a trece estudios de arquitectura prestigiosos, entre los cuales se encuentra el japonés Toyo Ito, diseñador de la estación Europa-Fira.
Frecuencias de siete minutos
La demanda anual prevista del nuevo tramo será de 23 millones de usuario, una cifra discreta si se compara con los 385 millones de la red de metro en el 2015. Este hecho explica que la frecuencia de paso de la L9 Sud sea de siete minutos. Sin embargo, ante eventos con una gran demanda, como el Mobile World Congress, se reducirán hasta los 4 minutos.
4,50 € para ir al aeropuerto
Es seguramente la decisión más impopular. Para viajar con la L9 Sud serán válidos todos los billetes distribuidos por TMB, Renfe, FGC y Tram. El precio del billete hasta o desde las dos terminales del aeropuerto, sin embargo, es de 4,50 €, para los usuarios que utilicen billetes sencillos y T-10. Las tarjetas multiviaje como la T50/30, la T-Trimestre o la T-Jove no tendrán que pagar ningún sobrecoste. Para poder controlarlo, se tendrá que validar el billete también en la salida de todas las estaciones de la línea.
El tramo central, parado
Entre el 2009 y el 2011 se pusieron en marcha el tramo que a partir de ahora se denomina Línia 9 Nord entre Santa Coloma de Gramenet, Badalona y el barrio de Sagrera. El recorrido por el norte de Barcelona, entre Zona Universitària y La Sagrera, ha quedado parado sine die.
Se trata del tramo con más demanda y al mismo tiempo el que más inversión necesita para culminarse: 820 millones de euros. Los vecinos de Sarrià-Sant Gervasi tendrán que esperar para ver el metro. De hecho, el año pasado el Govern reurbanizó las plazas de Sanllehy y Lesseps después de una década de obras sin finalizar.
La Línia 10 Sud, que tiene que conectar la Zona Franca con la red de metro, también ha sufrido retrasos importantes. No obstante, la previsión es más optimista que en el tramo central después de que el conseller de Territori i Sostenibilitat, Josep Rull, haya anunciado la reanudación de las obras con el objetivo de inaugurarla el 2017.