El nomenclátor barcelonés se renueva a velocidad de crucero salvando los últimos escollos para renombrar calles que mantenían nombres impuestos en su momento por las dictaduras de Primo de Rivera o de Franco. En la batería de propuestas aprobadas el pasado mes de marzo, diseñadas con la voluntad de dar más presencia femenina a los nombres de calle estaba la sustitución de la calle dedicada a Enric Bargès para dedicarlo a la maestra Dolors Batlle i Sunyer, en el barrio de Sants.

El viernes pasado se dio un paso más en este cambio, con la aprobación por parte del pleno del distrito de Sants-Montjuïc del nuevo nombre, que incluye también la dedicación de un espacio adjunto como plaza de la Volta a Catalunya, con lo cual ya sólo queda pendiente la aprobación definitiva. La propuesta fue aprobada con el voto favorable de todos los grupos a excepción de Ciudadanos, que se abstuvo. Con esta decisión Barcelona se desmilitariza un poco más, ya que Bargès consiguió poner nombre a una calle situada junto a la estación de Sants, paralela a la calle Numància, entre otros motivos por su paso por la Capitanía General de Catalunya, donde tuvo un papel clave en la represión de la huelga general de 1902, que dejó una docena de muertos y más de cincuenta heridos de gravedad.

El militar que se va...

El año 1929, en plena dictadura de Primo de Rivera, el consistorio barcelonés decidió dedicar una calle a Enrique Bargés y Pombo (Barcelona, 1842 - Madrid, 1906), catalanizado posteriormente a Enric. Coetáneo del general Prim, Bargés empezó la carrera militar en 1855 y, con el grado de subteniente participó en la Primera Guerra de Marruecos (1859-1860), participando, según una pomposa biografía publicada por la Real Academia de la Historia, en batallas como las de Sierra de Bullones, Castillejos y Tetuán. A la etapa africanista siguió la americana, destinado a Cuba a partir de 1863 y ya como capitán, participó en la expedición a Santo Domingo en el breve periodo que la República Dominicana volvió a estar bajo mandato español. En Cuba se hizo cargo de la Comandancia Militar de Guantánamo y entró en combate contra los independentistas.

Con grado de teniente coronel, en 1871 se incorporó al Ejército del Norte y participó con las fuerzas isabelinas en la Tercera Guerra Carlista tanto en Navarra y el País Vasco como en Catalunya. De retorno a Cuba participó, con el bando colonial, en la primera guerra de independencia cubana (1868-1878). En 1888 fue ascendido a teniente general y ejerció de Capitán General en Extremadura, Burgos, Granada, Canarias y finalmente, en 1901, Catalunya, donde reprimió con dureza la huelga general de 1902.

La futura calle Dolors Batlle i Sunyer, junto a la estación de Sants / AjBCN

Aquel paro general empezó el 17 de febrero, pero el ambiente ya estaba enrarecido a raíz de la huelga que desde enero mantenían los obreros de la metalurgia y el grave incidente que provocó la Guardia Civil a caballo en la zona del actual barrio de la Mina, en Sant Adrià de Besòs, entonces un espacio de ocio con merenderos, cargando contra unos tres mil obreros y sus familias. Según el libro 'La ciutat trastornada' (Albertí Editor, 2016) de Ròmul Brotons i Segarra, Bargés no dudó a declarar el estado de sitio, reunir todos los poderes públicos bajo su autoridad y desplegar a los militares en la calle, con enfrentamientos en varios puntos de la ciudad como la Rambla y el Raval. A medida que pasaban los días se iban acumulando las víctimas mortales de la represión con un resultado final el 23 de febrero, cuando se volvió a la normalidad, de "doce muertos, una cincuentena de heridos de gravedad, centenares de lesionados, más de trescientos detenidos y un susto considerable". Un bagaje bastante dudoso para mantener una calle en la ciudad de Barcelona.

...y la maestra que llega

Dolors Batlle i Sunyer (Agullana, 1892 – Barcelona, 1982) ejerció la enseñanza en Barcelona (1921-1923), en la escuela unitaria de la plaza Comas de les Corts y fue seleccionada para formar parte del Grup Escolar La Farigola. Fue considerada como una de las maestras punteras que antes de la guerra renovaron los esquemas educativos de Catalunya, por eso fue escogida para codirigir el Grup Escolar Lluís Vives de Sants, uno de los grupos de más prestigio del Patronat Escolar de Barcelona. En este centro estuvo desde la inauguración en 1931 hasta enero de 1939, siendo la directora de la sección de chicas, pero durante la guerra lo hizo en funciones de todo el Grup por la actividad política de Pere Blasi. Sufrió sanciones y fue depurada por el nuevo régimen franquista después de 1939.

De rebote, homenaje a la Volta

El espacio comprendido entre la nueva calle Dolors Batlle i Sunyer y la calle Numància a continuación de la calle de Puiggarí será renombrada como plaza de la Volta a Catalunya, una carrera ciclista bien arraigada en Sants que se disputa desde 1911. La sección ciclista de la Unión Deportiva Sants, presidida por Ramon Torres Casanova, se hizo cargo de la organización en 1923.

El espacio que será bautizado como plaza de la Volta a Catalunya / AjBCN

La Volta sólo dejó de celebrarse los años 1937 y 1938 por la Guerra Civil, y el año pasado por pandemia de la Covid-19. Tanto la UE Sants como la Volta Ciclista a Catalunya Associació Esportiva, que es como se llama desde 2007 la entidad organizadora de la carrera, tienen la sede en la calle de Riego, al otro lado de la Estación de Sants.

 

Imagen principal: El capitán general de Catalunya Enric Bargès i Pombo / Senado.es