La Casa Gomis, también llamada La Ricarda, referente de la arquitectura racionalista catalana, construida entre 1957 y 1963 por Antonio Bonet Castellana y situada en el paraje de la Ricarda, en el delta del Llobregat y, por lo tanto, afectada por una eventual ampliación del aeropuerto del Prat, ha sido adquirida por el Ministerio de Cultura, según ha anunciado este martes desde este mismo edificio, situado en el municipio del Prat de Llobregat, el ministro Ernest Urtasun. La casa, hasta ahora en manos particulares, ha sido comprada por 7,2 millones de euros con el objetivo, según el mismo ministro, de ponerla a disposición de la ciudadanía y convertirla en un "centro cultural 100% público".

El mismo Urtasun se ha desplazado al edificio en compañía de la consellera de Cultura del Govern, Sonia Hernández, y el alcalde del Prat, Lluís Mijoler. Urtasun ha definido la casa Gomis como "joya arquitectónica" y obra referente del racionalismo catalán, y ha considerado que con la adquisición de este espacio, que en 2021 fue declarado Bien Cultural de Interés Nacional, se da cumplimiento al mandato de preservación del patrimonio que lleva a cabo su ministerio. "Eso hoy pasa a ser de la ciudadanía, de la administración, para su conservación, para visitas, para ser un centro cultural 100% público y para su investigación, por el grandísimo valor que tiene", ha añadido.

La Casa Gomis del Prat de Llobregat es obra del arquitecto Antoni Bonet Castellana, miembro del Grupo de Arquitectos y Técnicos para el Progreso de la Arquitectura Contemporánea (GATPAC) y destacada figura de la arquitectura racionalista y del Movimiento Moderno y está formada por una vivienda formada por varios cuerpos de planta baja, una torre que hace la función de depósito de agua así como terrazas, porches y piscina. La construcción, restaurada en 1997, fue catalogada como Monumento Histórico y BCIN en el 2021 y en la pasada edición de la Bienal Nómada Europea Manifiesta fue uno de los espacios visitables. El reconocimiento no sólo se centró en la casa unifamiliar, ya que también incluyó el jardín y el pinar que lo rodea, y la torre del agua, situada a unos quince metros de distancia.

Refugio de intelectuales y artistas

Propiedad de la familia Gomis, la casa se convirtió durante los años sesenta y setenta del siglo pasado en un refugio de intelectuales y artistas una vez tomó forma el colectivo CLUB49, del que formaron parte, entre otros, Carles Santos, Antoni Tàpies, Joan Miró y Joan Brossa. Ricardo Gomis, propietario de la casa, quiso convertirla en un espacio para la experimentación artística.