Pasada la cita electoral del domingo pasado y cuando Jaume Collboni está a punto de celebrar el primer año como alcalde -fue investido el 17 de junio del 2023-, la posibilidad de ampliar el gobierno municipal con la incorporación de uno o más grupos continúa tan abierta, o tan cerrada, como siempre. Así lo ha asegurado este martes por la mañana la primera teniente de alcaldía, Laia Bonet, cuando ha afirmado que las conversaciones para formar un gobierno de coalición en Barcelona continúan: "Las conversaciones no han dejado de ser en varias intensidades en todo momento", ha indicado Bonet en declaraciones a los medios.

Ahora bien, para Bonet, estas negociaciones así como el posible calendario, "no están condicionados por el pleno de investidura en el Parlament de Catalunya", aunque salta a la vista que un entendimiento entre los socialistas y ERC para conseguir la investidura de Salvador Illa allanaría mucho la entrada de Esquerra en el gobierno municipal. Además, hay que tener presente que el alcalde Collboni apuntó, una vez aprobados los presupuestos automáticamente pero con el apoyoe de ERC, que la siguiente pantalla era ampliar el gobierno municipal y que a mediados de mayo se marcó el objetivo de configurar una "mayoría progresista" antes del verano y de hacerlo "en clave de Barcelona".

 

En todo caso, volver a poner sobre la mesa la situación de los pactos de gobierno al Ayuntamiento de Barcelona coincide con el hecho de que este mismo martes la presidenta de la Federación de ERC Barcelona, Eva Baró, y el portavoz adjunto del grupo municipal, Jordi Coronas, han publicado un artículo de opinión en 'El Periódico' en que reivindican "una nueva etapa para Barcelona". En el artículo, defienden que la militancia republicana decida si la estrategia del partido pasa para "asumir el reto de ser protagonista" en la ciudad. Es decir, decida un pacto con Collboni.

¿El momento de cortejar a ERC?

En todo caso, en las últimas intervenciones del alcalde Collboni no han pasado por alto algunos gestos que se pueden interpretar como la necesidad de cortejar a ERC en un momento en que la posible presidencia de Illa depende de un eventual apoyo de los republicanos. Siempre que ha tenido ocasión, Collboni ha agradecido públicamente el acuerdo con ERC para los presupuestos -aunque al final se aprobaron de forma automática después de perder la cuestión de confianza- y en la reciente presentación de inversiones en la Barceloneta, el alcalde señaló explícitamente a ERC como el grupo que había hecho posible llevar a cabo parte de las inversiones. Aunque oficialmente el gobierno Collboni desvincule las negociaciones de un acuerdo municipal de lo que pueda pasar al Parlament de Catalunya, no es nada descartable que finalmente haya alguna relación entre lo que pase en un lugar y en el otro.