La plaza de Sant Jaume de Barcelona este año no tiene belén, ni tradicional ni moderno, ya que ha sido sustituido por una inmensa estrella de 20 puntas que incluye un espectáculo de música y luces que fue estrenado, de manera poco convincente, el pasado viernes. Ahora bien, que justo en medio de la plaza no haya pesebre no quiere decir que no lo haya en ningún sitio, ya que este 2024 el Ayuntamiento de Barcelona ha optado para trasladar el belén del Museu Marès, de formato tradicional, al patio interior de la misma Casa Gran, una decisión no exenta de polémica. Además, la catedral de Barcelona también ha puesto el suyo, un año más, en el claustro del templo, mientras que a mediados de diciembre, habrá un tercero, en el patio del Palau de la Generalitat.
A la espera de lo que pueda ofrecer a la Generalitat, de momento llama bastante la atención el belén situado en el patio de carruajes del Ayuntamiento de Barcelona, con visita libre y gratuita todos los días de la semana hasta el 5 de enero de 2025 en horario de 11 a 19 horas del lunes al viernes y una hora más, hasta las 20 horas, los domingos y festivos. Elaborado por la Associació de Pesebristes de Barcelona, está inspirado en la celebración del año Salvat-Papasseit, y por eso recrea el ambiente portuario del Moll de la Fusta tal como lo conoció el poeta, que trabajó como vigilante nocturno los años 1915 y 1916.
Se trata de un belén de formato tradicional que, con todo, tiene una factura moderna, ya que esta vez no se recrea el imaginario tradicional, mezcla de estereotipos de Tierra Santa en la época romana y costumario romántico catalán, ni tampoco nos traslada a la Italia de la edad media de San Francisco de Asís como la propuesta de 2023, sino que hace un viaje en el tiempo a hace poco más de un siglo para recrear el Port Vell, con sus cobertizos -o tinglados- y sus cargamentos de madera, de donde tomaría el nombre el principal muelle de la ciudad, y una colección de personajes que recrean los que se podrían encontrar en aquel momento, desde el mismo Salvat-Papasseit hasta el viejo lobo de mar y algún personaje de dudosa reputación, así como el inevitable caganer y una pareja de Mossos d'Esquadra, que recuerdan a los legionarios romanos de belenes todavía más tradicionales.
No falta, en todo caso, la recreación de las escenas más habituales, como la llegada de los Reyes Magos, en un segundo plano donde se recrea una calle de Barcelona y que ocupa buena parte del fondo, así como la anunciación a los pastores que, en este ambiente marinero, se transforma, acertadamente, en anunciación a los estibadores, representando el anuncio de la buena nueva en un momento de ocio de los trabajadores portuarios. La escena principal es, evidentemente, el nacimiento, con la sagrada familia -sin buey ni mula- dentro de un vagón de mercancías que recuerda a las desaparecidas instalaciones ferroviarias del Port Vell de Barcelona. Todo ello, un belén muy urbano e industrial que remite a una Barcelona que existía justo hace un siglo.
En la catedral, figuras de gran formato
Asimismo, ya es visitable, también gratuitamente, el belén del claustro de la catedral de Barcelona. La propuesta de este año, enmarcada en el Año Jubilar convocado por el Papa Francisco para 2025 bajo el lema 'Peregrinos de la Esperanza', recrea un itinerario en medio de la naturaleza a partir de figuras de gran formato que invitan a un corto, pero emotivo paseo por el interior del claustro. La escenografía propone un camino de expectación y misterio mediante capas textiles colgadas de los árboles del claustro, que esconden parcialmente la escena del nacimiento. Esta escena central, cubierta por un entramado de hierro y mimbre, se revela progresivamente al visitante, evocando la espera ante la revelación del Hijo de Dios.
La naturaleza protagoniza el montaje, que intencionadamente busca concienciar sobre la ecología y el cuidado de la creación, con un paisaje vegetal que incluye especies como las bayas rojas del acebo, el fruto del mirto, las flores blancas del helleborus, las espigas del lentisco, que combinan el verde con el rojo y que acompaña la escena del nacimiento de Jesús. Todo ello se complementa con vegetación mediterránea como el tomillo, el olivo, el durillo, la lavanda y la esparraguera. El belén de la catedral se puede visitar hasta el 12 de diciembre en horario de 10 a 13.30 h y de 16.30 a 19.15 h de lunes a sábado, y de 10 a 13 h y de 16.30 a 19.15 h domingos y festivos.
El de la Generalitat se hace esperar
Finalmente, habrá un tercer belén tradicional en el corazón de Barcelona, lo que habrá en el patio de carruajes del Palau de la Generalitat, confeccionado, como el del Ayuntamiento, por la Associació de Pesebristes de Barcelona. De momento poco se sabe, aparte de que también recreará un ambiente marinero, pero sí que se sabe que solo estará abierto al público cuatro días, del 16 al 20 de diciembre, en horario de 17 a 21 horas. Como los otros dos, será de acceso libre y gratuito.