El barrio barcelonés de Sant Andreu de Palomar está de duelo por la muerte la madrugada del jueves al viernes de Francesc Porret, un referente en la lucha vecinal, "un hombre bueno, ejemplo de compromiso, lucha y creador de comunidad", como lo definen a la revista El Sant Andreu de Cap a Peus, que este viernes ha publicado en sus redes sociales la muerte de Porret, que tenía 94 años. El histórico dirigente se encontraba hospitalizado después de sufrir un infarto el domingo 24 de diciembre, del que no se ha podido recuperar. Porret ostentaba actualmente el título de presidente honorífico de la Asociación de Vecinos y Vecinas de Sant Andreu de Palomar y del Grupo de Pintores de Sant Andreu. El año 2005, el Ayuntamiento de Barcelona le entregó la Medalla de Honor de la ciudad por su compromiso con la comunidad.
Esta madrugada ha muerto Francesc Porret, primer presidente del AVV, a la edad de 94 anys.#SantAndreu de Palomar pierde un hombre bueno, ejemplo de compromiso, lucha y creador de comunidad.
— de Cabo a Rabo ����️ (@capapeus) December 29, 2023
Nuestro pésame para Pepa, su compañera de vida, familia y amigos. pic.twitter.com/NnYspUzt6r
Lucha en tiempo de Franco
Este dirigente vecinal, padre de cinco hijos, hace ser lo fundador y primer presidente de la Asociación de Vecinos I Vecinas de Sant Andreu de Palomar y desde muy joven destacó por sus inquietudes al servicio de la comunidad. Nacido el año 1929, Porret entró en el grupo de jóvenes del Casal Católico a los 12 años, y todavía en tiempos de Franco, fundó la Asociación de Vecinos para reivindicar mejoras sociales para el barrio. Entre las acciones que lideró para reclamar más equipamientos, se recuerda la ocupación de los terrenos de la fábrica Pegaso para reclamar una escuela y una zona verde, conjuntamente con la Asociación de Vecinos de la Sagrera.
Sus inquietudes asociativas también lo llevaron a fundar el Grup de Pintors de Sant Andreu por su afición en la pintura. De hecho, era un apasionado por los paisajes de su barrio, que inmortalizaba en las pinturas que llenaban las paredes de su casa.