El murciélago es un mamífero quiróptero habitual en Catalunya donde hay identificadas unas treinta especies. En Barcelona mismo, el murciélago ha sido históricamente parte de los símbolos heráldicos que definen la ciudad y todavía es bien visible, por ejemplo, en los coronamientos de las históricas farolas modernistas del paseo de Gràcia. Su importancia es tal que la Red de Parques Naturales de la Diputación de Barcelona hace más de 70 años que los investiga, y en esta demarcación está la colonia de murciélagos mayor del país, con unos 17.000 ejemplares, situados en la sima del Daví (Sant Llorenç Savall, Vallès Occidental), los cuales pueden comer entre veinte y treinta toneladas de insectos cada año.
Estos datos se han dado a conocer en el marco de una jornada sobre los más de 70 años de investigaciones en la Red de Parques Naturales de la Diputación de Barcelona donde se ha concluido que los quirópteros contribuyen a reducir la propagación de las enfermedades a nivel mundial, como lo muestra el seguimiento de los murciélagos en las simas del Daví (Parque Natural de Sant Llorenç del Munt i l'Obac) y l'Esquerrà (Parque del Garraf), uno de los estudios más extensos que se ha hecho en el mundo y una referencia para la investigación de los quirópteros y la salud pública.
La jornada, que tuvo lugar el pasado jueves, 24 de octubre, reunió científicos y expertos de todo el mundo en el edificio del Rellotge de la Escola Industrial de Barcelona. Según el doctor Jordi Serra Cobo, investigador del Instituto de Investigación de la Biodiversidad de la Universitat de Barcelona (IRBio-UB), "la conservación de los quirópteros es primordial para el mantenimiento de la salud ambiental y la salud humana", ya que "consumen gran cantidad de insectos, algunos de ellos vectores de enfermedades emergentes como por ejemplo el virus del oeste del Nilo o el Dengue".
En la sima del Daví, situado en el Parque Natural de Sant Llorenç del Munt i l'Obac, los estudios sobre la colonia de murciélago de cueva (Miniopterus schreibersii) se remontan a 1952, ahora hace 72 años, de la mano de Enric Balcells Rocamora, y continuados por el equipo de Serra Cobo desde 1984 y con el apoyo de la Universitat de Barcelona y la Diputación de Barcelona. Se trata de uno de los seguimientos más largos que se ha hecho en el mundo y una referencia para la investigación de los quirópteros y la salud pública. Los seguimientos a largo plazo son clave para obtener información sobre las tendencias poblacionales de las especies y permiten tomar medidas de conservación antes de que sea demasiado tarde. Esta investigación en concreto está focalizada en ecología y biología del murciélago de cueva, así como en el análisis ecoepidemiológico y el estudio de su hibernación en relación con el cambio climático. Los estudios realizados en las simas del Daví y de l'Esquerrà (Olesa de Bonesvalls, Alt Penedès) se han dado a conocer en 52 publicaciones, muchas de las cuales en revistas científicas internacionales.