El proyecto de reurbanización del frente marítimo de Barcelona entre la Mar Bella y el Fòrum, anunciado en mayo de 2022, ha dado un paso adelante este martes con la aprobación inicial de la Comisión de Ecología, Urbanismo, Infraestructuras y Movilidad del proyecto ejecutivo de la reurbanización del tramo central del paseo, desde el límite del Complejo Deportivo Municipal (CEM) La Mar Bella hasta la calle de Josep Pla con el límite de la plataforma marina del Fòrum para crear un nuevo paseo verde aenla Mar Bella, naturalizado y adaptado al cambio climático que mejore la conexión con el litoral de los barrios de Diagonal Mar y el Front Marítim del Poblenou y el Besòs i el Maresme.
Uno de los aspectos más visibles del nuevo plan es la desaparición del muro que limita la zona de playa con el paseo de peatones, que será sustituido por una zona de gradas y rampas que convertirá este ámbito en más accesible y menos abrupto, además de la desaparición definitiva de la zona de aparcamiento gratuito que hasta la llegada de la pandemia había dado servicio a los usuarios de la playa y que el gobierno municipal nunca ha tenido intención de reabrir. De momento sacará adelante uno de los tres ámbitos de que constará la transformación completa del paseo, que también incluirá la zona del campo de fútbol municipal de Can Aranyó-Agapito Fernández y la de la plataforma marina.
El proyecto ha visto la luz verde con los votos favorables del gobierno municipal, ERC, Cs, PP, Valents y la concejala no adscrita Marilén Barceló y la abstención de Junts per Catalunya. Así pues, se avanza en el objetivo de renovar el último tramo de la costa barcelonesa que queda por dignificar, completando así el frente marítimo de Barcelona y cosiéndolo con el ámbito del Besòs. La transformación del paseo busca garantizar la continuidad de paso en todo el trazado, hacer más fácil y accesible la llegada al frente marítimo, adaptar el entorno para que sea resiliente y resistente ante los impactos del cambio climático y la subida del nivel del mar y promover nuevos usos deportivos y espacios jugables y de contemplación que hagan la estancia más agradable.
La renovación se enmarca en las actuaciones que está sacando adelante el gobierno municipal para recuperar el frente litoral para los vecinos y vecinas, como el nuevo Port Olímpic, y tendrá un impacto positivo tanto a Barcelona como a nivel metropolitano, teniendo en cuenta su envergadura y la posición limítrofe con Sant Adrià de Besòs y todo el ámbito del Besòs. A finales de 2021, el consistorio puso en marcha un proceso de participación ciudadana para recoger las demandas y requisitos del vecindario con respecto al futuro de todo el espacio, de 11 hectáreas de punta a punta. Uno de los consensos principales fue la necesidad de convertir lo que hasta ahora ha sido un lugar desertizado en un nuevo paseo humanizado y bien comunicado.
Un paseo pensado en clave de naturalización y emergencia climática
La anchura del paseo para los peatones será de 12 metros como mínimo, estará bien iluminado y tendrá buena visibilidad para asegurar la percepción de seguridad. Y en todo el ámbito habrá un carril de 4 m de anchura para bicicletas, patines y la movilidad activa. Los puentes de Bac de Roda, Selva de Mar y Josep Pla serán las grandes llegadas de la ciudad al paseo. Desembocarán en unas grandes puertas que acogerán puntos de información, chiringuitos, juegos topográficos, pistas de voleibol playa, zonas de estancia, gradas mirador y aparcamientos de bicicletas, entre otros. Desde estas plazas se podrá caminar a través del propio paseo y llegar a unas nuevas rampas y gradas que suponen cambiar radicalmente la manera actual de bajar a la arena.
Los dos niveles que hay actualmente, que generan efecto barrera, se suavizan para fusionar el paseo con la playa. En total, habrá cuatro bajadas amplias, con rampas cómodas y unas gradas o taludes que reducen al máximo el desnivel y hacen aparecer nuevos espacios con vegetación y sombra para sentarse y estar. Esta configuración se adapta a posibles subidas de nivel del mar, de manera que el futuro paseo de la Mar Bella se ha pensado en clave de emergencia climática. Una vez aprobado inicialmente el proyecto ejecutivo del tramo central, ahora se seguirá la tramitación de cara a aprobar definitivamente y dejar todos los trámites terminados para poder ejecutar las obras en el siguiente mandato. De esta manera, las obras podrían empezar el segundo trimestre de 2024 y tendrían una duración de 20 meses y un presupuesto de unos 21,2 millones de euros.